La mujer que vale no necesita de cuotas y cremalleras
Primero es la alarma social: los hombres, nuestras parejas nos maltratan, agreden, violan y asesinan en algunos casos; para pasar luego a un miedo intrínseco que les hace ver a todos los hombres un peligro en potencia, ya no pueden confiar en ninguno. Quedaría las dos últimas fases 1) Convencer a los ineptos políticos de sacar leyes como churros tratando de frenar la mísera verdad de nuestra propia existencia: hay personas para todo. 2) Cómo todas las leyes y penas endurecidas no dieron resultado, convencernos a nosotras mismas de que estamos indefensas ante lo masculino en general, hay que unirse, reclamar nuestro sitio y si fuera preciso aprender a defenderse de estos energúmenos ¡craso error! "La espada de la violencia no es el equilibrio de la justicia". Julia Ward Howe. Solo una buena educación consensuada entre políticos, padres, profesores y sociedad de respeto hacia todos, conseguirá disminuir las injusticias, agresiones, maltratos y violaciones que sufre la mujer y que a todos nos avergüenza y acongoja.
¿Ustedes de verdad creen que por un mes de llaves de autodefensa pueden enfrentarse a este tipo de sujetos avezados y dispuestos a todo? Los hombres más débiles, la mitad aproximadamente también son agredidos por otros o los mismos energúmenos (vean estadísticas) y eso no les hace llorar por las esquinas y apuntarse a un ejército de miedicas y perdedores que sintiéndose amenazadas por su propia sombra irán raudas y veloces a aprender artes marciales en una noche de verano. "No deben permitirse ser igual que al sistema al que se oponen". Bishop D.
Ambos sexos, ambos géneros (mujeres y hombres) llevan muchos años en los países avanzados compartiendo todo, caminando juntos. Juntos comparten la vida, el poder, el amor, la amistad, los negocios, la diversión, las penas y las alegrías. La mujer llegó a las cotas más altas en estos años: presiden y dirigen países, medios de comunicación, enormes empresas y bancos, comunidades autónomas, fondos monetarios, ministerios, alcaldías, etc. Han llegado todas a donde merecían: se las valora no por la entrepierna, sino, por la capacidad intelectual en cualquier ramo de la ciencia: científicas, naturistas, entomólogas, matemáticas, químicas y bioquímicas, físicas de gran prestigio, ocupan todos los ramos de la docencia, premios nobel, descubridoras e investigadoras, cirujanas, escritoras, jueces, paleontólogas y un sinfín de ocupaciones donde nadie les regaló nada, solo conseguido por su inteligencia, capacidad y entrega. Miles de mujeres consiguieron alcanzar prestigio y valoración por parte de todos sin necesidad de estar exigiendo atajos, cueles, cuotas, paridades, cremalleras, cuotas y repartos sin más justificación que tener vagina en vez de pene. Si ustedes fueran correctas, acorde con sus reivindicaciones y reflexionaran un poquito, no aceptarían este tipo de atajos, subirse a los hombros de aquellos a los que dicen (y con acierto) pueden superar en todo. Tengan valentía y decisión, no se contradigan, la que vale seguirá adelante y conseguirá todo, las no capacitadas también conseguirán con cuotas y cremalleras ocupar cargos que luego todos pagaremos caro por tanta concesión a quien su único merecimiento es pertenecer al sexo femenino.
Vamos para atrás ¿defenderse de qué, de quién? "La justicia social no puede ser conseguida por la violencia. La violencia mata lo que intenta crear". Papa Juan Pablo II.
Para defenderse de los violentos, solo queda ir de la mano del resto de hombres, confiar en ellos, no generalizando y separando por géneros lo que debiera ser común entre ambos "La violencia te ayuda a matar al que odias, no a acabar con el odio. Martin Luther King.
Dedicado a dos mujeres: A mi madre y a mí esposa (superiores a mí en todo) luchadoras e inteligentes, valientes, sin miedos infundados, desprendidas y queridas por todos. Con muchas mujeres como éstas dos, el mundo sería otro. Jamás se arrodillaron ante nadie, supieron siempre hacerse respetar y valorar cómo personas sin reclamar su feminidad para alcanzar metas inmerecidas.
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