Pablo Milanés, comunista con caché millonario en Oviedo
No se puede decir que el coro que dirige el concejal de cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos, cante muy afinado que se diga, no. A la actual legislatura, en sus últimos acordes (como en los primeros), le falta afinación, empaste entre sus propios componentes, buena articulación, y sentido del ritmo.
En la primera parte de su concierto fue la rebaja de la subvención a la Temporada de Ópera de Oviedo, es decir, en total sintonía con el Gobierno de Pedro Sánchez que, sigue primando el ciclo operístico de Bilbao (para conseguir los votos peneuvistas), en detrimento del ovetense (con 70 años en el escenario, y una de nuestras señas de identidad musical). También el equipo de Sánchez Ramos redujo el número de funciones de la temporada de zarzuela, aduciendo que Gabino de Lorenzo llenaba el Campoamor a base de regalar entradas. Por si fuera poco desatino, suspendió la Gala Lírica que en pocos años había conseguido en Oviedo un importante crédito en toda España.
Pues nada, ahora y como propina de este desconcierto extremo y desafinado, fichan como solista a Pablo Milanés, un comunista convencido como Sánchez Ramos, para, utilizando una dependencia municipal, el Teatro Campoamor, presentar a este cantante cubano al precio de 60 euros la entrada, ¡¡sesenta!! ¿Viene acaso acompañado de la Orquesta y Ballet Nacional de Cuba? No, simplemente de un chelista y un pianista.
¿Es ésta la forma de apostar por la cultura popular al alcance de todos? ¿Tal vez el intento extremo de aunar voces en la hipogresía ovetense, y apañar unos votos para las inmediatas elecciones locales? Sea como fuere, es impresentable el empleo de un teatro municipal a precios tan injustificadamente desorbitados. Los ovetenses no pagamos ni la mitad por escuchar a los mejores artistas del mundo, a Cecilia Bartoli, a Gregory Kunde, al pianista Pletnev, a la Sinfónica de Londres, o por ver dirigir a Gustavo Dudamel.
Así pues, el próximo 1 de marzo me quedaré en la mejor compañía tomando unas botellinas de sidra en Gascona, y echando unos cantarinos de aire asturiano, gratis total para la audiencia, y que además, a capella, no desmerecerán para nada los de Pablo Milanés. Están ustedes invitados.
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