Otro menor fallecido al intentar cruzar el Estrecho
Desconocemos su nacionalidad, sabemos que se cuentan por docenas, los chicos que esperan la oportunidad para tratar de llegar a la Península o al continente.
En las ciudades autónomas, como en el resto del Estado, la educación será gratuita.
Estos chicos estarán en edad de cursar Formación Profesional, por ejemplo.
¿Están estos estudios actualizados, con programas demandados, no obsoletos, que no tengan después salida? ¿Son amenos, combinando teoría y práctica? ¿Hay empresas que puedan darles trabajo, después de concluidos éstos? ¿Hay deportes que puedan practicar, según sus preferencias, para distraerse entre clase y clase?
¿Tienen oportunidades, chicos que demuestren que pueden cursar una carrera superior, de conseguir becas, ayudas puntuales, y si quisieran estudiar en un país de la UE previamente pudieran acceder a estudios del idioma de su interés; con el previo permiso para cursar allí los estudios?
Al mismo tiempo, alguien debería de decir a estos chicos que por inercia, porque todos están intentando marchar, no van a mejorar su situación; al contrario, la empeorarán.
Con tantos engranajes como tienen, Ministerio, Consejería, etcétera, contar con personal que dirija a estos jóvenes para que en un futuro próximo y preparados puedan con garantía mejorar su situación.
En el nuevo Gobierno, después de las próximas elecciones, ¿no sería conveniente un departamento especial para tratar la inmigración? Una pieza aparte de lo que se tuviera hasta ahora.
María Suárez
Oviedo
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