De derechas y sin enterarse
El internacionalismo es principio fundacional del socialismo. Anteponiendo lo internacional a lo nacional, une naciones en pos de la solidaridad, la justicia social y la cooperación económica y política para el progreso y beneficio mutuo: «¡Proletarios de todos los países, uníos!».
Nacionalistas y derecha han enfangado legislaturas polemizando sobre el “procés”, hasta silenciar y anular el debate de temas esenciales que preocupan y atañen a la ciudadanía. Por ese mutismo, la derecha está exultante. Además, ambos han votado en comandita contra unos presupuestos sociales cercenando mejorar la vida de todos.
Si al nacionalismo le atrae una victoria conservadora para provocar una escalada de la tensión, debería exponerlo con sinceridad y no utilizar a los presos como excusa. Entre beneficiar a los ciudadanos de a pie o patria, raza, bandera y victimismo, ha elegido lo último, lo insolidario, lo que divide y separa personas en territorios sobre un mapa. Baste recordar el dolor y la miseria que el nacionalismo engendró en el pasado.
Por emular a Puigdemont, ERC y CUP son de derechas, lo que ocurre es que aún no lo saben.
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