Aquí hiede a chamusquina
Estuve hace unos días tentado a escribir una carta a este amable diario anticipándome a la temporada de fuegos. Así es, aquí en Asturias, a falta de otra industria, se siembran brasas. Algunos lo negarán, y otros dirán que esos fuegos los provocan los jabalíes y las feministas, cosas que pasan. Pero quienes sí hemos vivido en el campo años sabemos, más allá de la omertá, que los provocadores tienen nombres y apellidos, que habitualmente cobran subvenciones, que son incapaces, a pesar de décadas de sostenimiento artificial, de haber desarrollado una industria competitiva y se creen que todo el monte es orégano. Así de simple.
Es cierto que el campo español, no sólo el asturiano, sufre un abandono bochornoso por parte de todas las administraciones que fueron y serán, pero ello no justifica estos desmanes. La ignorancia no resuelve los problemas, y tomarse la justicia por el forro de sus caprichos, menos.
A mí no me convienen las avenidas de tres carriles y no se me ocurre ir levantando el pavimento para regular el tráfico a mi capricho. Pero sé que todo da igual, esta carta, que apenas tendrá la consecuencia de dos o tres respuestas más o menos airadas y fin. El abandono es tal que tampoco va a hacerse nada para controlar a estos desvergonzados e ignorantes incendiarios. Es como una rutina patética, previsible, sin solución. Los unos haciendo lo que hicieron sus tatarabuelos, sin aportar nada nuevo, los otros matando moscas, con el rabo, de puro aburrimiento. A ver quién es más incompetente. Mientras tanto, este fin de semana, algunos hemos rabiado al volver a reencontrarnos con las señales de humo por todo el horizonte. Señales que avisan que, leídas con detenimiento, no son más que las puntuaciones del campeonato de los necios. Así nos va.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo