Al menos no roban, como el PP
Leía un poco de la "Historia de España", más que nada por afianzar conceptos y comparar con "la verdad incontrovertible", de la ley de Memoria Democrática que el Principado de Asturias, con los votos de PSOE, Podemos, IU y Ciudadanos, impone en los colegios sobre la reciente historia de España: la II República, la Guerra Civil y el franquismo.
¿Cambiará la historia conocida y reconocida? ¿Serán los buenos, malos, y viceversa?
A ver, sabemos, por ejemplo, que "el oro de Moscú" está en Moscú, porque eso es lo que aprendimos en nuestros años de estudiantes.
Sabemos que el Gobierno socialista de Azaña, Largo Caballero y Negrín autoriza a este último "el transporte (con las mayores garantías al lugar que estime de más seguridad) de las existencias que en oro, plata y billetes hubiera en aquel momento en el establecimiento central del Banco de España".
Sabemos que recién empezada la Guerra Civil se embarcan en los buques “Kine”, “Neve” y “Volgoles” 7.900 cajas de oro con destino al puerto ruso de Odessa.
Sabemos que Méndez Aspe, director general del Tesoro, certifica, quizás por ¿error?, 7.800 cajas.
Sabemos que 100 cajas, con unos 7.000 kilos de oro, de 24 quilates, desaparecen.
Y dejamos de saber. Negrín, durante su dorado exilio, se negó a rendir cuentas. Eso fue hace 82 años.
Es bueno repasar un poco los hechos para contrastar y verificar que nuestra historia de hoy es la misma que ayer. Élites extractivas intemporales, de uno y otro bando, saqueando al país una y mil veces, haciéndonos perder, con el paso del tiempo, la perspectiva y magnitud del expolio.
Haciendo un paralelismo con lo que ocurre hoy en nuestra España, resulta llamativo que muchas discusiones sobre política y políticos, en tertulias televisivas o incluso tertulias de bar, con los amigos, se cierren con el manido "al menos no roban, como el PP ".
A ver quién es el guapo que discute tan contundente argumento.
Si usted (o su cuñado) ha querido en algún momento "defender" al indefendible PP, la derrota ha sido estrepitosa, asúmalo. El Partido Popular es el partido más corrupto de Europa, y el caso Gürtel y los ridículos "trajes de Camps" (acoso y derribo de "El País", con 69 portadas) son el no va más del lucro milmillonario, la mayor estafa de la historia, a costa de los contribuyentes. Punto.
Afortunadamente, el resto de partidos del arco parlamentario han hecho votos de pobreza, y aunque con alguna frecuencia sufran un gatillazo y enseñen la patita, "al menos no roban, como el PP".
Aun así, no dejan de sorprenderme los datos sobre las mayores estafas, vigentes en la actualidad. He aquí una estimación en millones de euros:
Caso EDU (PSOE): 3.000 (fraude cursos de formación en Huelva).
Caso Oleguer Pujol: 3.000 (fraude compra de 1.152 oficinas del Banco Santander).
Caso Malaya: 2.800 (fraude en Marbella por corrupción urbanística).
Caso Pujol+CDC: 2.300 (financiación ilegal de Convergencia).
Caso ERE (PSOE): 1.200 (trama de corrupción de la Junta de Andalucía).
Caso Pujol: 500 (quiebra de Banca Catalana).
Caso Gürtel (PP): 120 (financiación ilegal del PP).
"¿Al menos no roban, como el PP?". El que esté libre de culpa...
Asumamos la máxima Göbbeliana de que "una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad", y que nada sabemos de los beneficiarios del "oro de Moscú"; pero estamos en nuestro derecho de exigir que los actuales estafadores del Partido Popular, y más que hubiere (listado de morosos, de Hacienda, por ejemplo), localizados sus dineros, haciendas y patrimonio, devuelvan hasta el último euro que se han llevado.
Esos mismos estafadores, por el contrario, están en la decisión, confianza y seguridad de no restituir ni un céntimo.
Lo decía muy bien Pere Brachfield: "Los morosos, para decir que no te van a pagar, hacen como los coreanos, que dicen ‘eso no es imposible, pero tendrán que esperar’; cuando en realidad quieren decir ‘no tendrás mi dinero, ni por encima de mi cadáver’".
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