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Pragmatismo noroccidental

6 de Marzo del 2019 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

La parte noroccidental de la península europea que está al norte de la diagonal que va de Kiev al cabo de San Vicente mira a la parte suroriental de la península ibérica que está al sur de la diagonal que va de La Junquera al mismo cabo. Para ellos es un lugar adecuado para comprar una vivienda en la que pasar sus vacaciones e ir a vivir la jubilación. Mientras tanto, viven en alquiler porque no saben dónde trabajarán mañana. Pero siempre necesitan alimentarse con verduras, frutas y otros alimentos que se cultivan al sol del suroriente de Iberia. Esa es la razón por la que se promueve el Corredor Mediterráneo. ¿Cómo contrarrestar tal eficacia para dar valor a sus vidas, y que no quede sin ella la parte noroccidental de Iberia? ¿Diciéndoles que es noroccidental también? No, es vana ilusión, ellos quieren algo diferente y no una mínima expresión de lo que ya son. ¿Qué nos queda como argumento para pedir el Corredor Atlántico? Solo el cambio climático y la duda: ¿No sería más probable la desertización en el suroriente que en el noroccidente? Allí será posible por el incremento del calor y la falta de agua, y aquí porque arde el monte. Pues aunque luego llueva arrastrando la tierra al río, siempre queda suficiente para que crezca la maleza que acabará ardiendo, y no precisamente como biomasa energética. No obstante, aún se puede vender un clima templado, paisaje, paisanaje, y una industria agropecuaria saludable. Para ello el medio rural necesita robotización, cable de telecomunicaciones, IA, suficiente energía barata y cuidarlo. Luego, quizá aparezcan líneas marítimas y se construya el Corredor Atlántico. ¿Qué podríamos ofrecer como flujo para que esto sea posible? Porque el flujo que se tiene ahora con ellos puede empezar a llegarles de otros lugares. Lugares donde se han construido grandes fábricas totalmente robotizadas con: IA, mínimos empleados y máxima tolerancia medioambiental. Nos abandona el pasado y se escapa el futuro con los jóvenes dispuestos a usar su talento respirando aires más limpios y mejores. ¿Qué hacer? Pues ofrecer posibilidades. Convertirnos en un buen lugar para que la investigación sujete al talento. Un lugar capaz de traer talento de fuera sin que se marche el talento de dentro. Las alas de Asturias son hermosa naturaleza con poca población y el cuerpo central debería moverlas para alzar el vuelo. Debemos facilitar y mejorar los medios de investigación creando y desarrollando prototipos de fabricación en materiales y sus aplicaciones..., medicina y salud..., etcétera. No se trata de producir en cantidad, sino lo justo para investigar y poseer el 'know-how' del acero, cristal, zinc, fibras... Sería crear productos y máquinas para patentar y recibir riqueza por el modo de hacerlos y hacerlas. Lo mismo haríamos con la industria agropecuaria, la alimentaria, y la energía de la mar. Luego, desde el noroccidente, iríamos de vacaciones a la parte suroriental, como todos los demás.

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