La Nueva España » Cartas de los lectores » Más sobre Venezuela

Más sobre Venezuela

18 de Marzo del 2019 - Marcelo Noboa Fiallo (GIJÓN)

La primera vez que estuve en Caracas fue en el año 1975. Por entonces Venezuela pasaba por ser el país de las oportunidades para el resto de conciudadanos de una parte de la América Latina. Sus riquezas petrolíferas lo eran todo. Por ello, me extrañó y decepcionó contemplar en el trayecto desde el aeropuerto de Maiquetía al centro de la ciudad las innumerables "favelas" e infraviviendas que se agolpaban en las laderas en un país que empezó a explotar sus riquezas petrolíferas a principios del siglo XX.

Dos años antes (1973), en dos países que distan entre sí 10.000 kilómetros (Ecuador y Noruega) el "oro negro" caía como una bendición. Contemplando el panorama de Caracas, me decía a mí mismo: "ojalá esto no ocurra en Ecuador" (de Noruega no podía decir nada ya que para mí era un país completamente desconocido).

En el medio siglo que ha transcurrido mi estancia en Europa he vuelto por Ecuador en varias ocasiones. Mi "ojalá esto no ocurra en Ecuador" no ha podido ser más decepcionante. El "oro negro" ha cambiado al país, pero para mal: dos millones y medio de ecuatorianos han emigrado a Estados Unidos y Europa desde entonces y el paisaje de favelas e infraviviendas se reproducen por doquier. Mientras en Noruega que, en los años sesenta, era junto a Irlanda el país más pobre de Europa, el "oro negro" le ha colocado en los primeros lugares en bienestar de sus ciudadanos, en educación, sanidad, pensiones... Sus ciudadanos pagan hasta el 50% de sus ingresos en impuestos y defienden su modelo de convivencia. Supongo que cuando los noruegos se informan a través de los medios de comunicación de cómo está el resto del mundo exclamarán: "Virgencita, que me quede como estoy".

En los años del crecimiento económico occidental (segunda mitad del siglo XX) en Venezuela se repartieron el poder COPEI (derecha) y AD (supuestamente socialdemócrata), después de una larga experiencia de golpes de Estado, dictaduras militares y magnicidios (comparten este honor con el resto de países sudamericanos). Ninguno modernizó el país ni puso las bases para una redistribución equitativa de la riqueza y la corrupción era moneda corriente. Por ello, mi vecina venezolana me aconsejaba no precipitarme en mis análisis, "esto no empezó con Chaves", me comentaba (siempre reacia a hablar de la crisis de su país).

Venezuela supone hoy un capítulo más de su fallida historia y la incapacidad de sus gobernantes por dotar a sus más de treinta millones de conciudadanos de herramientas para construir sus propios proyectos de vida, a pesar de la riqueza que atesora a sus pies.

La enfermedad del "caudillismo" o la necesidad del mismo reaparece con demasiada frecuencia. Chaves no será el último (*).

(*) A Maduro no lo considero un caudillo porque hasta para eso hay que tener un cierto "nivel" y este es un pobre hombre, ignorante. Un pelele manejado por Diosdado Cabello.

Cartas

Número de cartas: 45539

Número de cartas en Junio: 166

Tribunas

Número de tribunas: 2067

Número de tribunas en Junio: 10

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador