Equilibrio entre alumno y profesor
Tanto a los padres, cómo a los profesores, les será habitual, durante los meses de clase, escuchar las siguientes frases: "El profesor me tiene manía", "mandan muchos deberes", "es mucho para un examen", etc., muchas protestas y quejas, y la mayoría de las veces, vuestra respuesta es "yo eso ya lo pasé", "en nuestros tiempos estudiábamos más", nosotros de eso no tenemos ninguna duda, sin embargo, otra frase muy habitual dicha de adultos a jóvenes es "disfrutar ahora que podéis, madre cuando yo tenía vuestra edad..." y nosotros nos preguntamos ¿cuándo?
Vamos seis horas diarias a clase y el resto del día lo dedicamos a estudiar, hacer deberes y trabajos. Los estudiantes, o por lo menos la mayoría, sabemos lo importante que son los estudios y que es nuestra obligación, pero es increible el estrés que durante el curso podemos llegar a tener, y no debemos olvidar que tan solo tenemos 16, 17 años, y lo último que queremos es recibir malos comentarios por parte de algún profesor. Si hubiéramos nacidos aprendidos no estaríamos sentados en las aulas atendiendo a sus explicaciones, no madrugaríamos para ir a sus clases, no perderíamos tardes y fines de semana por estudiar,etc. Lo último que deberían de hacer es gritarnos, reñirnos e incluso insultarnos cuando no entendemos algo, nosotros vamos a querer aprender y a prepararnos para lo que será el futuro. En mi opinión creo que hay muchos comentarios que sobran, y si nosotros no faltamos al respeto por educación, ellos a nosotros tampoco. Con esos comentarios y malas actitudes lo único que se consigue es desanimarnos.
Tampoco deberían de insistirnos tanto y decirnos que si lo llevamos al día no es tan complicado como decimos. Error, nosotros debemos de preparar más de 4 asignaturas con su grado de dificultad, tenemos derecho a tener dos horas para realizar otras actividades y por lo menos debemos dormir ocho horas, el día tiene 24 horas, de las cuales 6 empleamos en estar en clase, dos para esas actividades y, no todos los días de la semana, al llegar a casa tenemos deberes y cuando quieres comenzar a estudiar para poder llevarlo al día ya no tienes tiempo. Cuándo mandeis trabajos, deberes... no penseis en que solo tenemos vuestra asignatura y que llevar las materias al día es fácil, no tenemos tantas horas para llevarlo a cabo.
Es necesario decir que no todos los profesores son así, ni todos los alumnos unos santos. Hay profesores que tienen nuestra admiración por su manera de comprendernos e intentar hacer las cosas más amenas para no agobiarnos, y hay alumnos que deberían aprender a respetar. No es fácil dar clase a más de 20 alumnos y más si encima a cada poco hay que parar a llamar la atención, hay que tener cierta educación, si no te interesa clase, no atiendas, pero guarda respeto, los profesores también se cansan.
Con este artículo quiero hacer pensar que nosotros somos jóvenes, queremos aprender y disfrutar a la vez, necesitamos ese voto de confianza que muchos no ponéis, también tenemos días de querer romperlo todo, de querer tirar la toalla, pero ahí estamos treinta horas semanales en un aula, con el tiempo justo preparando más de cinco asignaturas, llenando las tardes estando sentados frente a libros, esforzándonos, también necesitamos ese apoyo y cariño no solo en casa, sino en las clases, de vosotros, los que nos enseñáis y nos estáis dando tanto conocimiento, esto es un equilibrio entre alumno y profesor.
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