Ayudas a los coches, un pinchazo que nos mete más en la crisis
A mediados del año pasado, en pleno fragor de la crisis económica, el Gobierno de la nación anunció, a través del ministro de Industria, Miguel Sebastián, la adopción de un plan de ayudas al sector del automóvil después del fracaso de su plan anterior, el Plan Vive 2008-2010. Un plan de ayudas de 2.000 euros (1.000 concesionario, 500 Estado y 500 CC AA) para la adquisición de coches con ciertos requisitos.
Esta medida ya había sido solicitada por el PP en el Congreso de los Diputados y rechazada por el PSOE y estaba comenzando a ser aplicada por comunidades autónomas gobernadas por el PP, como lo habían hecho otros países europeos como Alemania, Francia, Italia y Portugal.
Así el Gobierno de la nación rectificó y anunció su Plan E para el automóvil que hemos descrito anteriormente.
En Asturias, donde el sector del automóvil estaba en caída libre, arrastrando descensos de ventas cercanos al 30%, el Gobierno regional estaba diciendo que descartaba ese tipo de medidas. Es más, en la comparecencia del presidente del Consejo de Gobierno en la Junta General el 19 de febrero, al desgranar sus medidas anticrisis ésta ni se mencionó.
Bastó que Zapatero aplicase la medida para que aquí se copiase inmediatamente. Inmediatamente el Gobierno regional (PSOE-IU) se sumó al plan y adoptó un acuerdo a mediados de año, en mayo, certificado el 29 de julio por el que se otorgaban subvenciones de 500 euros para adquirir (y aquí la primera sorpresa) hasta un máximo de 4.400 vehículos. Se destinaban para ello 2,2 millones de euros: 1,8 con cargo al presupuesto de ese año y 400.000 para el siguiente.
Digo que es la primera sorpresa porque un plan anticrisis no puede poner límites tan estrechos a un posible éxito. ¡Si cree en él! O prevé mecanismos de ampliación de la medida, al menos.
Tres meses más tarde se había agotado el dinero. ¡Tres meses más tarde! Los 4.400 coches se vendieron en 3 meses.
La medida fue calificada por el sector como un éxito, pero de «gestión nefasta», porque se había agotado la partida sin previsión de ampliación y además el dinero no había llegado a los concesionarios. Todo esto ante el desconocimiento del Consejero, según confesó a los medios de comunicación él mismo.
Los 1.600 asturianos que habían comprado coche esperando la ayuda se quedaron colgados. Al final el Gobierno rectificó, amplió la partida y destinó para el presupuesto de este año otra nueva partida de 1,2 millones de euros para cubrir la compra de coches ¡hasta el 31 de diciembre! Segunda sorpresa. Y no para coches de segunda mano, tercera sorpresa.
Segunda sorpresa porque poner fecha de 31 de diciembre hacía suponer la liquidación de la medida este año. De una medida que estaba funcionando bien.
Tercera sorpresa porque eliminaba la compra de coches de segunda mano, ¿por qué se cambia el criterio sobre la marcha?, ¿por qué se penaliza a los que sólo pueden aspirar a un coche de segunda mano, es decir, a los menos favorecidos?
Pues yo creo que la respuesta está clara. Porque no se tomó la medida con convicción. Sólo se hizo por seguir a Zapatero porque sí. Pero en ningún momento se calibró como una auténtica medida anticrisis que ayudase al sector y a las empresas dependientes o relacionadas con el mismo a aumentar su actividad.
Pues lo hecho sin convicción tuvo un éxito indudable. No se vendieron los 4.400 coches previstos. Se vendió casi el doble: 8.316 desde mayo.
Asturias fue la segunda región en la que más aumentó la venta de coches nuevos en 2009. No sólo se frenó esa caída de ventas del 30% sino que se invirtió la tendencia. Las matriculaciones crecieron el 5% en el Principado, mientras que en España cayeron a niveles de 1995. España bajó casi el 18% respecto a 2008. Sólo en Navarra crecieron las ventas más que en Asturias.
Ese dato es importante porque esta medida no tiene como objetivo únicamente beneficiar a los vendedores de coches. Detrás de ellos hay mucha más gente dependiente en Asturias.
El sector del automóvil emplea directamente a 5.000 personas en Asturias. Pero otras 40.000 se benefician de él. Hay 800 empresas relacionadas con el sector del automóvil, la mayor parte pequeñas y medianas sociedades.
Subtítulo: El Gobierno asturiano suprime la única medida anticrisis que funcionó
Destacado:El ejecutivo regional no actuó con convicción, sólo lo hizo por seguir a Zapatero porque sí
Aquí no hay fábricas automovilísticas, pero dos grandes empresas, Arcelor Mittal y Saint Gobain, dependen de forma inmediata del sector del automóvil.
En el caso de Arcelor la relación entre su producción y la venta de vehículos es estrechísima porque de sus instalaciones sale la chapa galvanizada para el cien por ciento de las factorías de automóviles del país, así como importantes partidas para la exportación. También surte de materiales a las principales empresas de neumáticos. El alambrón que se produce aquí es reclamado por grandes empresas de neumáticos como Michelín.
Respecto a Saint Gobain, un porcentaje muy importante de su producción de vidrio, cerca del 90%, es destinado a parabrisas de automóviles.
Y lo más curioso es que la medida sale gratis a las arcas públicas, si no se gana dinero, como han dicho otras comunidades autónomas.
Con lo que se cobra del impuesto especial sobre determinados medios de transporte, como la viñeta y con el IVA sobre cada coche vendido ganan dinero todas las administraciones públicas. Más del que se pone. En Asturias, la patronal ASPA calcula que los coches vendidos supusieron un ingreso por IVA de 20 millones de euros, de los que el 50% corresponde a la comunidad autónoma, es decir, 10 millones.
La medida, por tanto, no ha de ser tan mala cuando el propio Gobierno de la nación la prorroga destinando 100 millones de euros para la misma y solicita a las comunidades autónomas que se sumen.
Pues aquí hacen lo contrario. El Gobierno ha anunciado que se suprime la ayuda porque no hay dinero. Dinero siempre hay, quizá no mucho, pero es una cuestión de prioridades. Y la primera prioridad en esta región es el empleo.
La desaparición de esta ayuda supondrá menos ventas y por lo tanto menos empleo. Los primeros datos ya están ahí. Si antes encabezábamos el ranking de ventas, ahora estamos en el polo contrario.
En enero Asturias dio la nota negativa en la venta de turismo y cerró el mes de enero con una caída de matriculaciones de casi el 4%, mientras que en España crecía por encima del 18%. ¡Somos la única comunidad autónoma que decrece en la venta de coches!
Esto no es permisible en una región donde en ese mes se fueron al paro 5.000 asturianos. Donde ya hay 81.000 parados y en unos meses estaremos en 90.000.
Este gobierno se ha empeñado en ir contra corriente. Todas las medidas anticrisis que ha adoptado fracasaron y la única que ha funcionado la suprimen.
Con este tipo de comportamientos este Gobierno no es que aspire a superar el problema de la crisis en Asturias, es que forma parte del problema. Este Gobierno es uno de los ingredientes de esta crisis.
Joaquín Aréstegui Artime
Portavoz adjunto del Grupo parlamentario Popular
Junta General del Principado de Asturias
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