Tuero, el peor director general de Deportes
El Principado se carga el Centro de Tecnificación Deportiva (CTD) del deporte más en auge y con mejores resultados en Asturias. El recién salido director general de Deportes don José Ramón Tuero, además de dejar el consabido reguero de desavenencias, promesas incumplidas, mentiras y conflictos, deja en su habitual estilo "partidista en la toma de decisiones de políticas deportivas" a sus amigos bien beneficiados. Apartó el apoyo como Centro de Tecnificación nada más y menos que al deporte que está dando mejores resultados en Asturias en los recientes años, el bádminton. Lo hace por decretazo para meter "enchufados" a sus amigos gijoneses del béisbol, un deporte sin ningún arraigo en la comunidad, con unas decenas de licencias, un par de clubes y apenas un campo de práctica en Asturias.
El bádminton se queda fuera del CTD con más de 50 campeonatos de España, campeones de Europa y casi una veintena de jugadores actualmente en las selecciones nacionales de cada categoría. En cambio, el béisbol debuta en el CTD con 10 deportistas, de los que ninguno tiene ningún título valorable y ni si quiera uno está en la selección nacional de ninguna categoría. ¿Dónde está la política, el deporte y el amiguismo? Desde aquí y con mi trayectoria deportiva a cuestas en los últimos 38 años dentro de Oviedo, Asturias y en España, puedo decir con total certeza que hemos vivido y padecido el peor director general de Deportes que ha tenido nuestra comunidad en todos estos años, personajes que transforman la vida política en un concepto personalista y campan a sus anchas por los despachos, haciendo del dinero del contribuyente una mala gestión por decisiones sectaristas en el sentido político y poco arbitrarias a la hora de valorar el trabajo de miles de personas que día tras día trabajan por y para progresar deportivamente, consiguiendo resultados impresionantes que están muy por encima del nivel político de nuestros dirigentes. Sé que muchos presidentes de federaciones y clubes deportivos piensan como yo. También sé que no les convenía retratarse por las consecuencias deportivas que estas palabras podrían tener.
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