Fracaso de la huelga feminista
Después del 8 M del año pasado, creíamos que ese lema de "si nosotras paramos el mundo se para" este año serían capaces de paralizar todos los sectores de nuestra sociedad. Pero ¡no! El seguimiento fue nulo en el sector privado, solo han secundado la huelga los de siempre, los que gastan más que producen, los que siempre están dispuestos a holgazanear y pirar clase con la estelar participación de sus profesores que se van de sarao enseguida con la justificación del paro estudiantil. Precisamente ustedes son una parte importante (con madres y padres) en la responsabilidad de educar a los niños, adolescentes y jóvenes en el respeto de todos para con todos. Su mala cosecha de ahora, será la de mañana ¿No serán ustedes el problema, que no saben educar en condiciones, que pasan de toda responsabilidad?
Si salen machistas los jóvenes "algo de culpa tendrán ustedes y sus mamás" ¡digo yo! Tal parece que los niños varones son hijos de alguna fiera del ultramundo, que no tienen mamá fémina, que se convierten en agresores, violadores y patriarcas sin que medie por el camino la educación de profesores, sociedad y mamás. Además de estos ociosos de siempre, secundaron la huelga un porcentaje de empleados públicos y funcionarios también siempre prestos y dispuestos a dejar en buen lugar la decadencia de nuestra sanidad y administración pública. Solo espero que, todas esas madres en huelga y manifestación folclórica, se comportaran de igual manera (simple coherencia) en su casa, que sus hijos e hijas que no asistieron a clase, cuando lleguen a casa no tengan la comida en la mesa, la ropa planchada y la habitación ventilada, que sepan ser consecuentes al menos ese día, y den ejemplo de que lo que vociferan en la calle lo ejemplarizan en casa.
El día 8 de Marzo todo se quedó en un día festivo, una especie de discoteca al aire libre, charangas, bailes y canticos con pancartas ofensivas para los hombres, reivindicando en un manifiesto una especie de programa electoral donde la ideología supera con creces al verdadero sentido del día y de los problemas que sufre la mujer.
¡Mujeres! España es el cuarto país del mundo donde la mujer está más y mejor reconocida. Que falta mucho seguro, igual que falta mucho en la protección de nuestros mayores, empleo digno, vivienda al alcance de todos, electricidad asumible, en pensiones y dependencia... en fin, simple capacidad de hacer prevalecer el sentido común y reconocer las prioridades.
En una palabra, la mujer tiene mucho que reivindicar, está en su derecho, la sociedad las necesita fuertes y emprendedoras, no entregadas a la protesta constante, donde culpan a los hombres de todos sus prejuicios. La verdadera desigualdad no está arriba (arribismo, egoísmo y querer llegar con cueles, cuotas y cremalleras donde por si solas y su valía no podrían) en el techo de cristal; miren hacia abajo, al fango donde muchas mujeres no pueden despegar.
¿Qué igualdad puede ustedes ministras y presentadoras millonarias pedir? ¿Que el resto gane lo mismo que ustedes? Las unas porque están el poder legislativo y ejecutivo donde pueden hacer algo más por la mujer que ir de sarao, y las otras porque desde su plataforma divulgativa demagógicamente encabezan esa petición de igualdad de salarios, cobrando muy por encima de todos sus colaboradores.
¡Mujeres! Empiecen por no dar el voto a las derechas, si son el 50%, solo con qué la mayoría vote al PSOE tendría mayoría absoluta un partido que siempre consideró a la mujer. Pero ¡no! veremos que ustedes salen a la calle a reivindicar en público, lo que luego en privado a la hora de votar tiran por la borda, comportándose cómo pirómanas sobre sí mismas, entregándole su voto a estas derechas que cabalgan y se balancean cerca del machismo que añoran.
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