Decisiones a temprana edad
Constantemente tomamos decisiones en nuestras vidas, la mayoría no son muy importantes, sin embargo cambian nuestro futuro por insignificantes que sean.
A medida que crecemos nos exponemos a decisiones de mayor importancia, por ejemplo en el tema de los estudios.
Al acabar 2.º de ESO ya tenemos que decidir si queremos hacer un tipo de Matemáticas u otro; al finalizar 3.º debemos elegir entre el camino que desemboca en el Bachiller de ciencias o el de ciencias sociales y humanidades, y por último en 4.° de ESO ya debemos decidir qué Bachiller queremos hacer. Elegir un Bachiller cierra unas puertas y abre otras, pero somos pocos los jóvenes que tenemos claras nuestras metas y lo que queremos ser el día de mañana.
Es una edad en la que nos dejamos influir mucho por lo que hagan los demás al no tener claro qué es lo que queremos nosotros.
El elegir un Bachiller o cualquier otra opción puede tener sus consecuencias, ya que somos muy jóvenes para tener tan claro lo que vamos a hacer, ya que lo que elijamos va a marcar nuestro futuro.
Es por esto por lo que tendríamos que tomarnos más en serio esta decisión, y no dejarnos llevar por la pereza o por lo que vayan a hacer nuestros amigos.
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