Vamos bien

13 de Marzo del 2019 - javier arjona (Siero)

Si le dedicara un minuto a lo particular habría de compartir que este lunes era mi cumpleaños y que un mes antes se habían cumplido 45 años de mi traslado a Asturias desde el Sur. Dos momentos como cualesquiera otros para excusar alguna reflexión sobre el pasado y el presente y las incertidumbres y certezas de lo porvenir.

El mismo día del citado cumple, en una plaza pública de Piedras Blancas una joven egresada de la universidad (de la misma edad de mi hija que trabaja como ingeniera química en Alemania) estaba compartiendo al micro reflexiones de su colectivo Asamblea Moza d´Asturies ante una Mani de pensionistas:

"..nuestros abuelos y abuelas están dando una lección de dignidad. Han dicho ¡basta! a que les ninguneen y desprecien después de toda una vida trabajando y pasando penurias para construir un país justo y darnos un futuro a sus hijas y nietas."

"Las políticas que intentan acabar con las pensiones son las mismas que expulsan a los jóvenes de Asturias porque no les ofrece otra alternativa, son las mismas que a los y las jóvenes nos dicen que solo tenemos tres salidas: el paro, la precariedad o el exilio."

"El futuro para Asturies y para nuestro país, ese futuro que están defendiendo las y los pensionistas para ellas y sobre todo para nosotras, pasa necesariamente por la juventud y el feminismo. Por eso, nos encontramos en la huelga feminista del pasado viernes 8 de marzo y nos encontramos hoy de nuevo en las calles, porque nosotras sí defendemos un proyecto de vida para todas y todos, sin excepción: yo por ellas madre, ellas por mí."

La certera afirmación de esta joven ante gente veterana, y la apuesta "intergeneracional" como alianza transformadora en base a la movilización continuada de la sociedad, no es que sea novedosa, pero apela como siempre a la historia fecunda de esta tierra, cualquiera que haya sido su devenir.

A modo de ejemplo, del pasado reciente:

45 años atrás, a las pocas horas de llegar a Asturias buscando trabajo era contratado tras un breve examen médico en Ciaño como güaje de Hunosa. Pocos meses después pasaba a ser picador, hasta la prejubilación, en el ahora famoso pozo Sotón.

Como es de sobra conocido pocos años después la cosa cambiaba vertiginosamente y las madres y padres que no querían que sus hijos fueran mineros tuvieron que avenirse por un tiempo a aceptarlo, y poco después ya solamente contrataban a hijos de mineros, y después ya a nadie, mientras se producía aceleradamente un cambio de sociología en las comarcas mineras y en Asturias, restando el protagonismo social y político de las cuencas, para caer en un declive no por anunciado menos triste y desolador.

En el mientras tanto, en los años de protagonismo minero, quedan por construir muchos relatos, no solamente heroicos y guerreros, no únicamente de gestas antifranquistas y resistencias obreristas, sino también de enseñanzas colectivas solidarias e internacionalismos gestados en las cuencas al calor de la organización colectiva, de entre las cuales también me correspondió una pequeña cuota, tres años y medio en la Nicaragua agredida por los gringos-ímpetu de la educación popular, arropado desde la distancia por la organización minera, que en tiempos en que el internet no se conocía encontraban modos para estar al día de las atrocidades yanquis y de las expectativas y victorias del pequeño pueblo de Sandino.

Pero también, por haber coincidido en el tiempo, la entrada a Hunosa de decenas de obreros saharauis, por entonces colonia española, hasta que la traición franquista, la ocupación marroquí y la liberación saharaui llamó a la mayoría de ellos al desierto y la guerra.

Migrante desde Extremadura, cuarentaycinco años asturiano , ahora que el racismo tiene sustento carca y se acrecienta por latitudes, jamás hemos sentido quienes hemos estado en condiciones similares la lacra de la discriminación por procedencia o raza o diversidad, siendo abundantes en el liderazgo sindical los acentos andaluces, extremeños, castellanos, y manteniéndose hasta el presente, 44 años después de la vergonzosa retirada militar del franquismo del Sahara, una solidaridad cotidiana para con quienes desde entonces viven la ocupación ilegal de su territorio.

Es la voz joven de este lunes en la plaza Europa de Castrillón y es la oleada veterana de pensionistas que durante más de un año se han sublevado contra el desprecio institucional, quienes dan orientación y línea para las dignidades históricas a construir en el presente, aprendiendo mutuamente de nuestras hijas y nietas y su precariedad laboral impuesta por la avaricia capitalista, y aportando nuestras batallitas de experiencias sociales, para el porvenir luminoso que nos merecemos y conseguiremos.

Cartas

Número de cartas: 45539

Número de cartas en Junio: 166

Tribunas

Número de tribunas: 2067

Número de tribunas en Junio: 10

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador