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Guerras internas de los partidos (somos comparsas de esta farsa)

13 de Marzo del 2019 - José Viñas García (Oviedo)

La política se convirtió en un medio de vida para todos ellos, por eso debemos exigir listas abiertas, primarias y votaciones parlamentarias en voto secreto. Eso impediría que salieran elegidos los innecesarios, los enchufados, los que se colocan de primeros en las listas electorales, también dificultaría y disminuiría el poder de las ejecutivas con la disciplina de voto o que sigan repartiéndose entre ellos cargos perennes.

Se habla mucho de las puertas giratorias en empresas privadas, pero nadie denuncia que la mayoría de esas puertas están dentro de las administraciones públicas. Ya no tienen que ser elegidos, se reparten cargos a dedo, a unos los llaman de confianza, otros de asesoría, consejería, consultoría, delegación, dirección de empresas, consejeros de las innumerables carteras, tribunales de cuentas y cuentos, secretarias de estado, incluso se reservan sillas en senado y diputaciones, además de los innumerables garitos de colocación que crearon ellos mismos para cargar de gasto nuestras cuentas públicas. Si añadimos que cada partido tiene subvenciones y prebendas que aunque fueron concebidas para el funcionamiento de los mismos, se ve que les sobra a manos llenas y se lo reparten en sobres cada mes entre ellos o dando cargos de partido a sus amiguetes. ¿Qué es eso de cargos de confianza? Los funcionarios están para eso, para confiar en ellos, gobierne quien gobierne. ¿Además que tienen que esconder los unos a los otros y a todos nosotros? Todo este entramado de gasto inmenso está generado por esas puertas giratorias públicas que en breve tiempo originarán la mayor burbuja del siglo. No podemos seguir manteniendo tanto político que se apalanca hasta más allá de la muerte con salarios y mamandurrias que además de innecesarias son suculentas al lado de la riqueza que generan estos holgazanes apoltronados al resto de las familias. ¿Cómo vamos a tener para investigación, innovación y desarrollo, para: obra pública, pensiones, sanidad, educación o dependencia, si todo se lo gastan entre ellos?

No es ninguna broma, pongan un nombre a políticos de antaño, sigan su trayectoria después de dejar el cargo relevante, verán que se agazapan en uno de esos puestinos bien remunerados que ellos van fundando. Otros, les estaremos pagando salarios y pensiones vitalicias con secretaria, oficina, coche y seguridad, entre estos últimos también metemos a casa real, jueces, fiscales y otras profesiones amparadas en esa protección y seguridad que el resto de ciudadanos de a pie no tienen. No solo los componentes del gobierno central, también europeo, autonómico y municipal. Como son ellos los que debieran controlarse a sí mismos, no lo harán hasta que explote todo. En campaña para engañarnos a todos, algunos partidos proponen eliminar diputaciones, senado, cargos superfluos, duplicidades, inmunidades, inviolabilidades y aforamientos, pero cuando ganan y cómo el que gana es el que se reparte todo el pastel, se queda con él. ¿Difícil verdad? Solo cuando exijamos el cumplimiento del programa estaremos cerca de conseguirlo.

Los que manejan los partidos, si fueran en listas abiertas quizás no saldrían elegidos y ¿qué compromisario y afiliado le daría en primarias el respaldo y mando a quien los electores le dan la espalda? Estos dirigentes de los partidos cuando llevan años en el cargo, sembraron de favores y de limpia solapas todo su entorno, algo que no es bueno para nadie, se devalúa la política. Los partidos deben limitar mandatos también, sobre todo a quienes en un arribismo público les vemos aferrarse al cargo como una lapa como le ocurre a Cherines en Asturias. Pero no es ella sola, en todos los partidos se generan luchas sucias internas, lo vemos con Llamazares, el apoltronado mayor del reino ¡oye! Que no se quiere ir para casa, que a pesar de lo nula de su larga y extensa carrera política se monta otro partido porque en el suyo ya lo tenían calado. Todos, todos, desde el más modesto cargo de concejal a los más altos, son capaces de lamer el suelo antes de volver a ganarse la vida como todos los demás ¡oye! Que tenemos que mantenerlos de por vida. Si al menos gestionaran bien.

Lo vemos claro cuando llegan las primarias y al confección de listas, los del PP se pasan a Vox o Ciudadanos como si fuera el mismo partido y con las mismas inquietudes ¡claro que lo son! tres derechas en una. Luego tenemos a los perdedores de las primarias que lo dejan en vez de seguir apoyando al ganador, es cierto que como vemos en Ciudadanos quizás el anhelo de ese poder también facilitan primarias sucias para colar al candidato propuesto por la planta noble. Candidatos que proponen desde arriba por su relevancia pública, profesional impecable que se deja convencer por este tipo de partidos sin ideología alguna para tirar por tierra todo el prestigio que tenían con anterioridad ¿Díganme algo que no sea por interés personal que mueve a una persona con prestigio el aceptar ser candidato de un partido tan veleta y ambiguo cómo Ciudadanos? Un partido creado por el poder económico y empresarial a la sombra del PP para recoger los votos en Cataluña, para luego ser su muleta y apoyo incondicional. Ahora llegan más lejos, amparan y promocionan a Vox, la extrema derecha más recalcitrante, eso sí, se unen a ellos avergonzados de haberlo hecho y de volverlo hacer.

Esas guerras internas son el preludio de lo que se avecina: Arribistas e innecesarios copando todos los cargos sin que los electores puedan ir más allá de apoyar una papeleta donde ellos se colocan en la mejor posición de partida para salir siempre elegidos.

Tenemos una democracia a la medida del manejo y manipulación del aparato de los partidos. Nosotros somos simples comparsas de esta farsa.

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