No a una vida estéril
Que tu vida no sea una vida estéril:
~ ¡Cuánta esterilidad infecunda y marchita!
Cuánto inútil deambulando, en puestos de responsabilidad, o en puestos aparentemente importantes; sin hacer nada, sin querer hacer nada, y sin saber hacer nada.
Cuanta inutilidad desalentadora y con hedor a muerte. Cuanta tristeza provocada. Cuanta vida sombría.
Sé útil. Seamos útiles. Seamos implacablemente útiles:
~ Útiles: sin fisuras, sin decaimientos, sin incertidumbres.
Deja poso ¡Dejemos, tú y yo, poso! Dejemos una imperecedera huella:
~ Una huella: de amor, de vida, de testimonio, de fecundidad.
Y nunca, una huella de apariencia, ni de hipocresía, ni de falsedad.
Iluminemos: con la luminaria de nuestra fe y de nuestro amor; y con la luminaria generosa y deslumbrante de nuestra vida vibrante.
Borremos, con nuestra limpia y firme vida de apóstoles, la señal viscosa y sucia que dejaron, y siguen dejando desgraciadamente -año tras año-, los sembradores impuros del odio.
Y: paso a paso, sin descanso, sin dudas; enciende, encendamos, todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo que llevamos en el corazón.
Y llegará: la paz, el sosiego, el amor, la dicha, el premio, la vida.
Reflexión personal sobre el P1 de Camino.
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