Incendios en el Paraíso
Otra temporada más ha culminado una nueva edición del Festival Anual para la Destrucción de los Montes Asturianos, merced a la ola de incendios intencionados que van convirtiendo, paulatinamente, el «Paraíso Natural» en un conjunto de paisajes arrasados de distinta estética, pero con el denominador común de la desolación: enormes extensiones de matorral, en el mejor de los casos, pues al menos el suelo aún tiene una protección contra la erosión, montes más o menos pelados, y los paisajes lunares, sólo con el terreno mineral, sin ningún sustrato orgánico, y que cada año, como digo, van ganando terreno, al ir quemando sucesivamente en los mismos lugares.
¿Y qué hace la Administración para intentar, al menos, poner freno a este dislate? Absolutamente nada. Existe un clarísimo consentimiento ante este fenómeno existente aquí en Asturias y en la vecina comunidad de Galicia, que es el incendiarismo, y al que se recurre de forma que aparenta ser ya instintiva, más allá de lo ¿cultural?, pues a tenor de los hechos es bien evidente el resultado tan nefasto que produce generalmente. Para pastos, aduce la mayoría. Para pasto de las llamas, casi siempre, diría yo. Los terrenos afectados normalmente quedan inservibles para aquellos menesteres, todos lo podemos comprobar, como también podemos comprobar, por desgracia, cómo la montaña se va desmoronando poco a poco por la erosión, o en el mejor de los casos, se llena de tojos, brezos, aulagas, helechos, zarzas... según el tipo de terreno, la severidad del incendio y el grado de degradación que ya tuviera.
Todos sabemos que si esto se quiere evitar se puede, y me refiero de cara a la Administración. Para empezar, también sabemos los lugares donde se quema repetidamente y los días en que eso ocurrirá con más probabilidad, por no hablar de la mano ejecutora del acto; resulta muy fácil, la mayor parte de las veces. Pero claro, la Administración del Principado sabe que lo que hiciera al respecto sería muy impopular y podría acarrearle un gran bajón en el número de votos al llegar las elecciones, resulta un fenómeno demasiado arraigado en la cultura rural asturiana. Eso sí, también le hago un llamamiento de cara a valorar cuánto puede durar la explotación del famoso eslogan «Paraíso Natural» si esto sigue así año tras año. La gente se irá dando cuenta de la realidad y el turismo, una de las vacas sagradas, se verá duramente afectado como recurso económico de la región, lo que sí les importa y mucho a los dirigentes.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo