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Molleda y Solís, Paraíso natural

21 de Abril del 2010 - Ramón Jesús Amor Pérez (Las Vegas)

Una vez más el eslogan Paraíso natural se ve envuelto en una gran polémica. El gran terror que se le crea a los vecinos ante la nueva autovía que pretende pasar por estos valles.

En el BOPA publicado el 8 de marzo, se dice que el nuevo trazado lo aleja de los núcleos poblacionales de Molleda cuando en realidad lo que se salva es El Escañorio, lo cual veo muy bien que se proteja, ya que yo soy uno de tantos que lo ama y también lo protege. En cambio ahora nos pega de lleno la afección reventando así tres zonas muy importantes del núcleo poblacional de Molleda y ni qué decir tiene también nuestro Solís; siendo un profano en la materia me atrevería aconsejaros que los planos los deberíais hacer a pie de campo y no en una oficina, las personas que vivimos en estos «núcleos poblacionales» sí existimos y, como tales, nos debéis un respeto.

Yo personalmente llevo rehabilitando ocho años en el barrio García, invirtiendo capital tanto económico como humano para conseguir que el patrimonio asturiano en este rincón de Asturias vuelva a recobrar su esplendor. La rehabilitación está constando de una panera de 1826, un molino harinero de los cuales es el único que se está rehabilitando en todo Corvera y una casa asturiana de muros cortafuegos de 1882. Todo esto subvencionado por ustedes. Todo este gran proyecto que con tanto sacrificio, pero con mucha ilusión, se estaba desarrollando se está frustrando ante mis ojos con una moral minada por, creo, la intransigencia de no querer escucharnos.

Os escribo esta carta al periódico antes que a vosotros porque creo que os llegará antes, puesto que con una reclamación mía sobre una ñora del molino que me afectasteis también hace seis años me contestasteis hace un mes, total para seguir igual que hace seis años.

Éste es el comienzo de mi pequeña cruzada contra el atropello a unos vecinos y a unos valles que no se merecen este final. Sólo deciros que no tengo armas para luchar contra vosotros, pero no me rendiré, pues no soy ningún cobarde ante la injusticia, y que lucharé hasta el final, porque de lo que sí estoy seguro es que yo no veré la carretera hecha, «puesto que los celtas tenían la mejor solución cuando estaban acorralados».

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