Centenario del famoso médico y novelista portugués Fernando Namora
El siglo XX portugués dio a la historia de la literatura dos famosos escritores que también fueron médicos; el más notable fue Miguel Torga, nominado al Nobel en un par de ocasiones por su obra poética y narrativa, aunque ahora centra la atención de este artículo el segundo, Fernando Namora, porque el 15 de abril Portugal celebra el centenario de su nacimiento. Fernando Namora (1919-1989), médico, novelista, poeta y pintor, ha dejado una impronta en la literatura portuguesa del siglo XX, por la extensión y fuerza de su obra narrativa, traducida a varias lenguas, y por la popularidad de alguna de sus obras, que han sido llevadas al cine y a la televisión.
Nació en Condeixa, una villa muy cercana a Coimbra que, en la actualidad, guarda en el acogedor silencio de su casa natal varios recuerdos, muebles, objetos, manuscritos y obras pictóricas del médico artista. “La fraternidad, el rescate de los oprimidos, el inventario de las contradicciones sociales y la dignificación del hombre son las constantes más significativas de mi obra escrita”, decía de sus novelas y poesías el propio autor, que conoció en su vida varios premios, reconocimientos, viajes e invitaciones portuguesas e internacionales.
En 1929 comienza los estudios en la Escuela Camões de Coimbra y en la misma ciudad continuará y finalizará la carrera de Medicina. Allí se casa con Arminda Lopes Bragança de Miranda, también estudiante, que moriría nueve meses después, al dar a luz la primera hija del novelista. Y allí publica su primer libro de poemas, "Relevos", y dos novelas que no llegan a ver la luz. Al licenciarse se establece en Condeixa, donde escribe dos novelas antes de trasladarse a Tínalhas, población cercana a Castelo Branco, donde ejerce la medicina rural y escribe Casa da Malta, a la vez que hace su primera exposición pictórica en la capital del distrito. Se casa con Isaura de Campos Mendonça y tiene su segunda hija, antes de irse a Monsanto como médico municipal. Esta villa –sorprendente y muy bonita, por cierto– va a influir mucho en su vida y su obra y en ella pasará algunos años, hasta 1946 en que vuelve a cambiar de domicilio para irse a un pueblo del Alentejo llamado Pavia.
En 1950 es admitido como asistente del Instituto Portugués de Oncología, en Lisboa, y es allí donde va a comenzar a ser conocido; viaja a Holanda, Bélgica, Francia, Canadá, y en la capital portuguesa, además de la actividad médica, continúa escribiendo, pintando y participando en las versiones cinematográficas de su "Rétalhos da vida de um médico" y "O trigo e o joio". En la década de los ochenta trabaja en la versión televisiva de la primera obra citada anteriormente y en 1989 muere enfermo de un cáncer intestinal.
Tiene publicadas en español: "Escenas de la vida de un médico", "Minas de San Francisco"; "La noche y la madrugada"; "La llanura de fuego"; "Fuego en la noche oscura"; "Nuevas escenas de la vida de un médico"; "Domingo por la tarde"; "Los clandestinos"; "El río triste", entre los años 1954 y 1984, con alguna reedición posterior. El primero de estos libros fue llevado a la televisión portuguesa hace unas décadas y la traducción española del libro fue prologada por el eminente médico y escritor español Gregorio Marañón.
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