El fraude de la lectura estimada
El sistema de la lectura estimada ha sido un buen negocio que se sacaron de la manga las compañías eléctricas, sí señor.
Mi sorpresa fue de las de no más cuando recibo la factura del mes septiembre-octubre del año 2009, en la que figura lectura estimada el 24-10-09 y observo que en período 2 (tarifa reducida) me cargan 722 kw., cuando lo real eran 136, o sea, 586 Kw. de más, que traducido a dinero son 43 euros. Es decir, me cobraron en ese mes también el siguiente y aun tuvieron que devolver 15,39 euros. En la estimada siguiente de fecha 24-12-09 también me cobran de más 18,98 euros.
Que estas compañías quieran recaudar todos los meses cuando siempre (por lo menos desde que yo recuerde y que son muchos años) fue cada dos no sé hasta qué punto se puede consentir, pero que apoyados como están por el Gobierno no nos queda más remedio que «ajo y agua». Pero que además, como es mi caso y el de todos los que he consultado, cobren en el mes estimado también parte o todo de lo del mes siguiente es inadmisible.
Por este sistema puede suceder que cada dos meses (ya que estiman lo que les venga en gana) con un mes de antelación se embolsen indebidamente y a cuenta del consumidor millones de euros, como que la cosa no tiene la mínima importancia, vamos el colmo de los colmos.
Lo lógico sería que ya que tenemos que tragar la factura todos los meses, lean el contador todo los meses, es decir, que trabajen si quieren cobrar como tenemos que hacer todo ciudadano español.
Todo esto con el agravante de que al no mirar los contadores suprimen puestos de trabajo, en estos tiempos que tanto se necesitan.
Resumiendo: suprimen puestos de trabajo y «pa encima» cobran por adelantado. ¿Qué nombre le daríamos a esto?, porque a mí sólo se me ocurre uno que algunos llaman los del guante blanco.
Por si fuera poco, otra empresa suministradora (que no es precisamente la luz), en el concejo de Aller, además de cobrar en cada factura más de lo que se consume a la mayoría de los consumidores, en el año 2007-2008, cobró en once meses lo que tenía que cobrar en doce, es decir, cobró un mes de más a cada uno de estos consumidores, cuyo importe total de esta presunta estafa podría ascender a la friolera de 30.000 euros y que hasta la fecha no tengo constancia de que haya sido devuelto.
La pregunta está en el aire. ¿Es que en este país no hay nadie que inspeccione estas cosas o defienda al ciudadano de a pie, es decir, al que no tiene padrino ni medios para contratar un abogado que le defienda? ¿Dónde están nuestros gobernantes, los defensores del pueblo, los de atención al consumidor? ¿Será que no se enteran? Yo más bien creo que no se quieren enterar, dando así pie a la frase ya conocida de que los poderosos están para apoyar a los poderosos y a los demás, que les den... morcilla.
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