Mi querida Alicia (Alicia la de la prensa)
Mi querida Alicia; ya no estás entre nosotros y me duele enormemente tener que
aceptarlo.
Te recuerdo como una gran compañera y mejor persona.
En un momento dado hemos vivido una situación personal muy parecida y nos
hemos apoyado mutuamente.
Siempre tenías la palabra adecuada y la predisposición para hacerme sentir que estabas ahí. Siento profundamente tener que aceptar que ya no tendré la oportunidad de verte, de sentir la serenidad que transmitías.
Nos veíamos poco, siempre camino a nuestros respectivos trabajos pero cuando eso ocurría fluía ese cariño, ese abrazo que traspasa la piel y reconforta el alma.
Después lo de siempre "un día quedamos y pasamos la tarde juntas" pero ¡Ah! la vida que pasa veloz y nos envuelve en su tremenda vorágine...
Y un día sin saber como, vuelves la cabeza y ya no está esa persona; esa situación que te hacía la vida tan feliz. Es como si se fueran desprendiendo los afectos y el arañazo de la soledad es un poco más hondo.
Pienso que en algún lugar del cosmos se nos han quedado sin vivir esas tardes, ese tiempo que no llegamos a compartir.
Decirte que te he admirado y te tengo un cariño sincero. Lo sabes.
También quiero que tus hijos sepan que pueden contar conmigo siempre. Tienen mi teléfono y saben donde vivo.
Para ellos todo mi cariño y para ti, mi querida amiga Alicia, uno de aquellos sinceros abrazos que solíamos darnos pero este mucho más calido, más largo... que dure toda la eternidad.
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