Los niños que sufren guerras
Porque los niños tienen que sufrir las guerras, soportar bajo la tiranía de los sinvergüenzas que marcan las fronteras, el horror de sus padres muertos, el no tener ni basura para comer, pasar sed como necesidad vital solo mitigada por sus lágrimas, destrozar su futuro para que no tengan otro futuro que coger también las armas.
No existe conciencia en los altos mandos del poder absoluto, para entender que cuando se inicia una confrontación militar, miles de víctimas inocentes caerán bajo las bombas, soportarán mutilaciones, les desgarrarán el alma para siempre sin entender cuál es su pecado original por tanto sacrificio.
Ver imágenes de Siria, Yemen, Palestina y otras tantas que no se ven sin hacer ni decir nada es como asistir a una violación tras el cristal, observar el ahogamiento de inmigrantes sin mojarte. Deberíamos salir a parar las balas con nuestras manos pues con los votos no nos hacen caso.
Tampoco los mayores civiles, hombres y mujeres deben ser carne de metralla pero es más cruel hacerlo con los pequeños, seres inocentes que han sido traídos al mundo sin su consentimiento para quedar enterrados bajo los escombros, abandonados en una calle convertida en trinchera. Estos locos que diseñan las guerras deberían vaciar primero las ciudades para luego jugar solo ellos a las batallas.
Seguir, seguir enviándonos imágenes de la crueldad de los patriotas, de los avariciosos del petróleo, de los traficantes de armas y seres humanos, para que nos aflija el sentimiento por permitir tantas atrocidades a los poderosos que se refugian en los foros internacionales, los fondos buitre y en los despachos ovalados.
Nosotros mientras tanto nos entretenemos con el carrusel de las campañas de promesas ocurrentes, de las sonrisas forzadas con "photoshop", para que creamos que algo cambia aunque en el fondo no cambie nada.
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