Anécdota en redes
Hace unos días, como joven y apasionada de las redes, se me ocurrió dedicar mi tiempo a valorar los buenos y los no tan buenos servicios que había recibido durante mis estancias en hoteles o en restaurantes, para ayudar de esta manera a futuros clientes a decantarse por uno u otro.
Casualmente, esa misma noche, y en compañía de mi pareja y mi hermana menor, decidimos ir a cenar a un restaurante que, "aparentemente", tenía buenas reseñas. El servicio fue nefasto, así que decidí poner una reseña educada pero contundente sobre su servicio para que futuros clientes pudieran ver la realidad.
Para mi sorpresa, y tras esta reseña, el dueño del local no tuvo otra cosa que hacer que al llegar a su casa y ver mi reseña, decidió buscarme en redes sociales y buscar el lugar en el que trabajaba para poner un comentario desagradable sobre mi y hacérselo llegar a mi jefe.
Desde luego que jamas imagine que por poner nada más y nada menos que la realidad por un mal servicio recibido en redes se formase todo ese revuelo.
Que esto no os cohíba a dar vuestra opinión en redes. ¡Las redes están para eso! Eso sí, vigilar el tipo de comentario que hacéis porque entonces sí que pueden haber problemas serios.
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