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La Nakba, 71 años

14 de Mayo del 2019 - Javier Arjona (Siero)

La población mundial palestina totalizó 13.1 millones para fines de 2018, lo que significa que el número de palestinos en el mundo se ha duplicado más de nueve veces desde los eventos de la Nakba de 1948.

Con motivo del 71 aniversario de la Nakba,15 de mayo, se ha conocido la cifra de que más de la mitad de la población palestina vive en la histórica Palestina a fines de 2018, donde su número llegó a 6,48 millones, de los cuales 1,57 millones viven en los territorios ocupados en 1948, actualmente llamados Israel, 2,95 millones en la Cisjordania ocupada y Jerusalén oriental, y alrededor de 1,96 millones en la Franja de Gaza.

El 14 de mayo del año pasado, ¿recuerdan?, Estados Unidos abrió su embajada en Jerusalén, un terremoto diplomático que coincidió con un baño de sangre en la Franja de Gaza.

Este 15 de mayo, se conmemorará el 71° aniversario de la Nakba o "catástrofe", y más de cinco millones de personas palestinas permanecen como refugiadas mientras esperan regresar a sus tierras.

El Organismo de Trabajo y Socorro de las Naciones Unidas en el Cercano Oriente (OOPS) informó que el número total de refugiados palestinos era de 6,02 millones, el 28,4% de los cuales vivían en 58 campamentos (10 en Jordania, nueve en Siria, 12 en el Líbano, 19 en Cisjordania y ocho en Gaza).

Auschwitz ha pasado a la historia por ser el mayor campo de exterminio de la Alemania nazi, y Gaza, después de 12 años de bloqueo, se ha convertido en el mayor campo de concentración del Israel racista y xenófobo de Binyamin Netanyahu y sus acólitos.

Como se miró para otro lado durante la segunda guerra mundial, hoy la comunidad internacional -empezando por Arabia Saudí, que en público dice apoyar la causa palestina y en privado negocia con el Mosad- esconde la cabeza bajo el ala para no avergonzarse de lo que sucede en Gaza mientras acepta las explicaciones del Gobierno israelí y compra lo que los colonos cultivan en las tierras palestinas ocupadas.

Hospitales en estado casi ruinoso: Según Médicos Sin Fronteras, hay unos 6.500 heridos de bala, muchos de los cuales saben que no recibirán el tratamiento adecuado, que se quedarán inválidos o sufrirán dolores horribles porque no hay con qué curarles. Las secuelas de las heridas, como las enfermedades crónicas, hace tiempo que no se tratan.

Los cortes de electricidad son continuos y el suministro de agua potable deficitario. En Gaza no hay carteles que digan, como en Auschwitz, que 'el trabajo dignifica al hombre'. El 52% de la población no tiene empleo, ni campo que cultivar, ni leña que cortar, ni barco en que pescar. Los problemas mentales se extienden como una epidemia sin que haya drogas ni especialistas para calmarlos.

Para los israelís, Gaza es tan invisible como Auschwitz para los alemanes.

Por ello la oenegé israelita Breaking the Silence (BTS, rompiendo el silencio) ha colocado carteles en la carretera Ayalon, que atraviesa Tel Aviv, con una parodia sobre el lema Eurovisivo e invita a "atreverse a soñar la libertad". El panel está dividido en dos: de un lado, una foto idílica del mar en Tel Aviv, y en el otro el MURO construido por Israel en Cisjordania. BTS organizará visitas gratuitas a Hebrón, en la Cisjordania ocupada, a partir del 14 de mayo.

La llegada de Trump a la Casa Blanca -con su yerno Jared Kushner, íntimo amigo de Netanyahu y del príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salman-ha sido la séptima maldición para los palestinos en general y los gazatís en particular. En julio de 2018, Trump anunció que cancelaba los 350 millones de dólares que concedía anualmente a la agencia de Naciones Unidas para las Refugiados Palestinos (UNRWA) y semanas antes suspendió un paquete de ayuda de 200 millones de dólares para Gaza y Cisjordania.

Es en tal contexto dramático que debe valorarse la visita del alcalde de Siero, Cepi, a Israel, recién concluída la derrota de la selección de fútbol del estado sionista en el Molinón, dos años atrás. ¿Recuerdan?. Una visita institucional, es decir con contenido explícitamente político y con recursos del erario común.

Ni avisó ni consultó como era preceptivo al Consejo Local de Solidaridad, ni consiguió dar explicaciones coherentes cuando se las pidieron en el pleno municipal, generando ronchas en su propia organización política que en el ámbito autonómico cuestiona la violación de los derechos humanos palestinos.

El alcalde Cepi, de nuevo candidato, se puso al lado explícito del sionismo, de la ocupación ilegal, del muro del apartheid, al igual que la extrema derecha de Trump, vulnerando las recomendaciones (cientos de ellas) de la ONU, una de ellas a la semana siguiente del viaje en el Consejo de Derechos Humanos que pedía que "cese la operación por Israel de un tranvía que une las colonias con Jerusalén oeste", ya que su funcionamiento "viola el derecho internacional y resoluciones relevantes de la ONU".

La misma semana en que el Arzobispo de Jerusalén, Atala Hanna, declaraba que "Nuestro problema no es sólo con la ocupación israelí, hay muchos países occidentales que son aliados y justifican la política de Israel encabezados por Estados Unidos. Quienes justifican la agresión israelí son cómplices en el crimen cometido por Israel", y que "Los aliados de Israel, encabezados por Estados Unidos, han impedido que se haya logrado la paz. La paz debe estar basada en la justicia y en el derecho. No es posible alcanzar la paz mientras el pueblo palestino no logre sus legítimos derechos nacionales".

En verdad el racismo y la discriminación racial son la antítesis de la libertad, la justicia y la igualdad. Y el Informe de la ONU de aquella misma semana expresaba: "los gobiernos tienen la obligación legal de actuar de inmediato para poner fin al crimen del apartheid. Esto incluye negarse a reconocer un régimen de apartheid como lícito, negándose a ayudar a un estado en el mantenimiento de un régimen de este tipo".

Lo que no hizo el alcalde de Siero fue "visitar" el Muro del apartheid, que fue declarado ilegal por el Tribunal de La Haya en 2004, ni solicitar al gobierno sionista que cumpla con el mandato de dicho Tribunal para derruirlo.

Esta semana la Coordinadora asturiana de ONGd ha presentado y lanzado un video corto https://www.youtube.com/watch?v=_jy5-7QL0Rc sobre el BDS, en formato de parodia donde refuerza la idea necesaria del BDS, en este caso con Eurovisión en Israel como lavado de cara de los crímenes del colonialismo.

Porque BDS es defender los derechos humanos y el derecho internacional, es concienciar a la comunidad internacional sobre la locura de normalizar las políticas genocidas de un estado. Los objetivos son poner fin a la ocupación y la colonización, reparar los daños de las víctimas y proteger los derechos individuales y colectivos del pueblo palestino.

¿Acaso se hubiese aceptado que España cantara en la Sudáfrica del apartheid?

La responsabilidad social de nuestras instituciones públicas, tanto estatales, locales, como europeas, depende de la autoconciencia de su propia localización en las estructuras de poder dentro del sistema y su capacidad para caminar hacia la transformación social.

Estos organismos tienen en sus manos la posibilidad de responder a las demandas de la opinión pública internacional, donde existe una importante facción de disidentes que rechazan, como ocurre en el caso español, la participación en el festival de Eurovisión 2019.

#BoycottEurovision2019. Eurosionismo de ningún modo.

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