Rubén Darío en Asturias
Días pasados TVE-2 ofreció un amplio reportaje sobre la vida y la obra del gran poeta nicaragüense Rubén Diario, en el transcurso del cual fueron varias las personalidades que opinaron sobre su obra poética. Francamente creemos que fue un gran documento de merecido reconocimiento a la figura universal de dicho poeta. Invocar y evocar el buen nombre y mejor hacer poético de este nicaragüense universal reconforta, sin duda, a quienes en la adolescencia/juventud se impregnaron del aroma de su obra, con la que lograra fuera considerado padre del modernismo. Rubén Darío representó también una importante revolución de la poesía en castellano del siglo XIX. Viajero incansable, el hastío le oprimía. Ente otros países le llevó a Italia, Francia…, en 1909 es nombrado en Madrid ministro Plenipotenciario, hasta que el gobierno nicaragüense limita su situación económica.
Perdóneseme que desde nuestra modesta opinión los responsables del documento en el que se recogieron las vivencias del poeta por distintos lugares de Europa, incluida, claro está, España. Pero nos llamó la atención que en ninguno de los pasajes dedicados a España no se tuviera en cuenta para nada las tres visitas que Rubén Darío realizara a Asturias.
En nuestro Principado de Asturias y en el maravilloso escenario que abarca el Bajo Nalón, rememorando la estancia por estos parajes hace más de cien años de tan insigne nicaragüense, se le rindió culto con un denso e interesante programa de actividades culturales, con la determinante complicidad de tan noble inquietud de los responsables de los municipios que integran la zona: Pravia, Soto del Barco y Muros de Nalón. En el pequeño, pero muy galano, cine/teatro Clarín, de la villa de Soto del Barco, felizmente tuvo lugar el 16 de junio de 2005 un brillante acto de presentación del programa “Rubén Darío 1905-2005". Autoridades del Principado, Universidad de Oviedo y municipales de los tres ayuntamientos indicados se dieron cita para inaugurar el evento “rubiniano”, en torno a Jorge Salaverry, embajador de Nicaragua en España.
Es de justicia reseñar que este reconocimiento póstumo, cien años después de la visita del poeta a tierras astures, ha tenido como correa de transmisión de la obra de Rubén Darío, otro nicaragüense de pro, afincado en la capital del Principado desde hace 40 años, que estudió Derecho en esta ciudad y se casó con una ovetense, hablamos de Heradio González Cano. Y no podemos olvidar que el nombre del universal poeta nicaragüense Rubén Darío, desde el 6 de febrero de 2008, se ha incorporado al callejero de la ciudad de Oviedo, como así quedó refrendado en el transcurso de un acto celebrado en la sala Trascorrales. Previamente, el alcalde de entonces, Gabino de Lorenzo, hizo entrega de una placa al máximo representante del poeta en nuestra tierra, el ya citado Heradio González Cano, que consiguió tal objetivo con su capacidad de perseverancia.
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