La función del arte en la sociedad
¿Es verdad que todo lo que está expuesto en un museo es arte? Hay opiniones distintas: algunos están a favor de esta idea, pero ¿cuántas veces hemos oído a alguien decir, por ejemplo, ante un cuadro abstracto de Pollock "yo lo habría hecho mejor"? Y ¿por qué esto no ocurre cuando hablamos de obras de Da Vinci o de Botticelli?
El diccionario Clave define la palabra arte como: "actividad humana dedicada a la creación de cualquier cosa como expresión personal de una visión del mundo real o imaginaria, y que suele ser producto de la reflexión sobre el entorno y plantear propuestas críticas o nuevos caminos". Pero ¿hasta qué punto se puede considerar arte una obra? ¿Cuáles son los parámetros, subjetivos u objetivo, que la convierten en tal?
Marco Praz, crítico de arte italiano, habla muy duramente contra la sociedad contemporánea y su concepción del arte afirmando que: «El arte moderno no quiere dar placer, el sentido del placer está relacionado con la belleza. Hoy en día [...] el acrílico le permite hacer una docena de pinturas en una noche a uno de los pintores inexpertos de hoy, o el gesto de un samurai armado con una espada es suficiente para crear una obra maestra de Fontana.».
En nuestra época, el artista ya no crea el arte por el placer del arte, sino para vivir y, por esta razón, no siempre produce obras valoradas estéticamente de forma unánime y compartida, sino que apunta -simplemente - más a sorprender o a satisfacer las demandas más extravagantes del mercado, aunque provengan de un público que no es artísticamente competente.
De hecho, no tenemos un concepto preciso de lo que es "el arte"; sin embargo, sí tenemos una idea compartida acerca de quién es un "artista": es decir, una persona que vive realizando productos "artísticos". Y así, los dos términos acaban invirtiéndose: ya no es el concepto de "arte" el que define qué significa ser un "artista", sino el de "artista" el que expresa qué es el arte.
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