El arte es "intocable"
-Dígame, Driss, según su opinión... ¿por qué la gente se interesa por el arte?
-No sé, es un negocio.
-No. Porque es la única huella de nuestro paso sobre la Tierra.
Con esta frase, de la película francesa "Les Intouchables", el protagonista Driss abre su mente a un fenómeno tan impactante como el arte. Con una sola frase, sencilla pero eficaz, su amigo Philippe le hace comprender que es fundamental : ¿cómo se podría comprender la historia del hombre sin el arte?
A veces el hombre subestima su valor, casi como si lo diera por sentado. Estamos tan acostumbrados a estar rodeados por obras de arte que difícilmente nos detenemos para disfrutar de verdad del patrimonio que poseemos.
Pero cuando pasan hechos como el del incendio de la Catedral de Notre Dame en Paris, comprendemos lo efímero que es todo lo que nos rodea. El otro día no solo se quemó la iglesia más importante de la capital francesa, sino también una parte de los franceses mismos, que sufrieron el dolor de esa pérdidad en carne propia, como si hubieran tenido una quemadura profunda en su misma piel. Todos los parisinos se reunieron cerca de la Catedral, cantando juntos, como queriendo consolar a una amiga que estaba sufriendo, como para decirle: "Yo estoy aquí contigo y no te dejo sola". Y en este caso al arte se añade otra función más o sea la de unir una nación bajo un único objetivo: defender su propia memoria y su historia, empleando todas sus fuerzas y todos sus recursos para que nadie se olvide de sus orígenes.
Hace algunos años, el ISIS decidió destruir los patrimonios arqueológicos más conocidos y más antiguos del mundo. Al principio, se pensó que lo habían hecho para enriquecerse, pero con el tiempo salió a la luz otra finalidad, más ideológica: la de borrar completamente la identidad de algunas naciones, con el preciso intento de desmoronarlos psicológicamente. El hombre es más débil sin su herencia cultural y resulta más fácil derribarlo cuando no tiene nada que defender.
Entonces, es nuestra obligación proteger el arte y nuestra cultura, porque custodiar la memoria de un pueblo significa tutelarse a sí mismos.
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