San Fernando III, un gran patrón para España
La Iglesia católica de España -que camina entre las persecuciones de los hombres y los consuelos de Dios- celebra hoy la festividad de Fernando III, el único monarca hispano elevado a la gloria de los altares. En estos graves momentos en los que España parece jugarse su futuro como entidad nacional debido a la persistencia de tendencias políticas, culturales e institucionales que pretenden destruir sus grandes valores religiosos y morales, es necesario reivindicar la persona de este rey singular, que tanto contribuyó a la grandeza de España en tiempos turbulentos.
San Fernando es patrono de España, junto con Santiago Apóstol, algo que se omite oficialmente, debido a tendencias laicistas que algunos responsables políticos quieren imponer contra toda justicia y razón. Durante su reinado la gran epopeya de la Reconquista -palabra denostada por algunos historiadores tan ignorantes como sectarios- avanzó sustancialmente, liberando del yugo mahometano ciudades tan importantes como Córdoba, Murcia, Jaén, Cádiz y Sevilla. Rey seriamente preocupado por la cultura, las ciencias y las letras, fundó las universidades de Salamanca, Palencia y Valladolid. A su interés por el culto católico se debe la fundación de las grandes y hermosas catedrales de Burgos, León y Toledo.
San Fernando se distinguió durante toda su vida por su amor a la Santísima Madre de Jesucristo Dios y hombre verdadero, cuya imagen siempre llevaba consigo como signo de amor y protección para todas sus grandes empresas. Su piedad y su amor a la Iglesia fueron tan grandes que perteneció a la Tercera Orden Franciscana. San Fernando III es patrono de las instituciones españolas, especialmente de la Monarquía, católica por tradición y honor, es además protector de cautivos, desvalidos y gobernantes. Partió para la patria celestial el 30 de mayo de 1522 y fue canonizado en 1617.
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