Saber estar
No cabe duda que vivimos en una sociedad conflictiva y un tanto deshumanizada y, sobre todo, politizada hasta su médula humana. Como consecuencia, la convivencia y solidaridad son historia y pertenecen a un pasado y a unas generaciones para las que esa convivencia y solidaridad fueron la razón misma de vivir digna y ejemplarmente. En ello influía notablemente la educación que se recibía en el seno de la familia y que era completada en aquellas escuelas y aquellos maestros que fueron unos grandes educadores para los que su asignatura principal era formar hombres de una buena calidad humana, para que fueran un ejemplo luego en donde quiera que el devenir de sus vidas los llevara por esos mundos de Dios. En los que eran un ejemplo de la mejor educación y respeto humano.
Hoy, con tanta cultura cibernética y asombrosos adelantos, casi se puede decir que esa educación y respeto humano brillan por su ausencia, como a diario vemos por todas partes. Hoy, por ejemplo, un mocoso adolescente trata de tú a una persona mayor y a un anciano. Todo quisque es hoy de Tudela. La falta de educación es supina, lamentable y vergonzosa, sobre todo en personas relevantes social y políticamente, lo que nos hace recordar ese dicho de que lo que natura no da Salamanca no lo presta.
Por eso, la falta de una formación educativa y de respeto humano hacen que la persona, en tantos casos, no sabe estar en su sitio socialmente, el que cada uno tiene asignado en la vida, en su medio social. Y esto donde mejor se puede apreciar es en nuestra clase política, senadores y diputados, en algunas señorías que, además de no ir vestidas adecuadamente, como está prescrito desde siempre, sus intervenciones dialécticas suelen ser groseras, desafortunadas y hasta insultantes y agresivas, lo que demuestra una evidente falta de educación y respeto humano. Vamos, que no saben estar.
Sí, el saber estar lo garantiza y respalda la educación, que es algo así como la brújula de nuestra singladura humana.
Ricardo Luis Arias
Aller
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo