Respeto
De un tiempo a esta parte, los guionistas de series y películas con cierto tinte cómico, usan el chiste fácil, la ironía y el sarcasmo a costa de Dios, la Iglesia y sus fieles. Parece muy fácil, la "ofensa gratuita", a los sentimientos cristianos y católicos.
Mofarse de lo sagrado en muchos casos, y ser irreverentes en la mayoría, es cada día un fin y un medio para, de una forma "sutilmente graciosa", tomar la parte no material del ser humano como si de una "enfermedad" del intelecto se tratara .
Los cristianos tenemos el deber y la obligación de defender la fe, la Iglesia y sus mandamientos. Por ello, no debiéremos estar, ni participar, en todo lugar ni en todo medio donde se ofende a Dios.
Estamos en el mundo ¡efectivamente! Pero no tiene por qué arrastrarnos "lo mundano". ¿O acaso apoyaríamos a quienes ofenden a nuestros padres o hijos? Obviamente, no. Pues entonces no volvamos a permitir que crucifiquen a Cristo y salven a Barrabás, ni seamos cómplices de ello. ¿Se permitiría acaso, utilizar la ironía o la gracieta a costa de situaciones de aquellas personas que padecen una diferencia, física o psíquica? Creo que no, y debe de ser que no.
Hoy, tanto en la televisión como en el cine, el argumento brilla por su ausencia. No hay un mensaje claramente imaginativo, ni se fomentan valores éticos ni morales que den una imagen del ser humano en toda su grandeza. Muy al contrario, se elige dentro del "cubo de la basura", de la inmundicia humana y se toma como argumento, o como diálogo, de series o películas, en apariencia inocuas, pero que terminan siendo soeces y de una vulgaridad ofensiva.
Y no es que en España no existan guionistas capaces de hacer series o películas con argumentos y diálogos con un cierto nivel intelectual. Series como "Hotel Royal Manzanares"; "La casa de los líos", "Aquí no hay quien viva" (en sus primeras temporadas, hoy ya es el ejemplo palpable de lo que digo), etc., etc. dan fe de que no todo es chabacanería. Pues bien, que todo este tipo de series y películas, de tan bajo perfil, sigan emitiéndose se debe en parte a nosotros (a ti y a mi), pues mientras que en la televisión pública y en el cine subvencionado poco podemos hacer, no ocurre lo mismo con las cadenas privadas que viven de sus anunciantes. En este caso, con no adquirir aquello que se anuncia, se evita que patrocinen aquello que nos ofende.
De cualquier manera, todo esto no es más que una falta de respeto hacia una parte de la sociedad que defiende unos valores y unas creencias, muy arraigadas en nuestra tradición. Y que en ninguna de estas series o películas se niega (porque no se puede negar), pero en casi todas, la mofa y la burla es una constante. Y España aún no ha dejado de ser católica, ni dejara de serlo, por tanto, un poco más de respeto.
Justo Roldán
Oviedo
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