La Nueva España » Cartas de los lectores » El buenismo tontorrón

El buenismo tontorrón

18 de Junio del 2019 - José Viñas García (Oviedo)

Se puede ser independentista, pretender "unos okupas" por arte de birlibirloque apropiarse de un trozo del país que pertenece a todos los españoles, saltándose todas las leyes que entre todos nos dimos, estar en prisión preventiva por más de un año (estar jugándose su caso con acusaciones de máxima gravedad por parte de la fiscalía) y al mismo tiempo nuestra condescendiente legislación les facilita presentarse en unas listas electorales. No se puede ser más incomprendida esta contradicción. La presunción de inocencia está muy bien, pero cuando los hechos y los mismos acusados no se arrepienten de nada, no es posible aplicar tal presunción de inocencia, ellos mismos se acusan.

Es como si coges a un ladrón robando un banco, con las manos en la masa y le dice al juez que no es delito robar, que no se arrepiente de nada, porque el país que él concibe en sueños, no es delito robar bancos, lo cual, el juez debe facilitarle la posibilidad de volver a robar. ¡No es de idiotas! No quiero que sigan un día más en la cárcel pagándoles el sueldo y los gastos que conllevan, suéltenlos, que se ganen la vida fuera de la actividad pública, si vuelven a seguir con la cantinela de saltarse Constitución y Estatuto de autonomía, extraditarlos al país que quieran parecerse y donde puedan encontrarse a gusto y cómodos, nada de luego sentirnos culpables por meter entre rejas a quienes no quieren estar con nosotros. Amigos míos, llegamos muy lejos en esto del buenismo tontorrón.

Eso mismo ocurre con los “okupas”, no hablamos de los necesitados y los que ocupan pisos vacíos de desahucios de la banca, ahora es que te vas unas horas de casa y cuando vuelves te encuentras una tribu familiar disfrutando de todos tus bienes y propiedades, las únicas que tienes, incluso a sabiendas que pueden vender y destrozar todo. Pues con todo ello, esta legislación bonachona ampara a los “okupas. Los verdaderos dueños del lugar deben irse, si tienen dinero, a un hotel, denunciar y esperar entre dos años y más a que la justicia resuelva por las buenas que unos ladrones invadan tu casa. Amigos míos, llegamos muy lejos en esto del buenismo tontorrón.

Esto podemos aplicarlo a infinidad de casos y cosas, legislamos anteponiendo derechos a deberes, lo cual es como si el carro se adelantara a los bueyes, no es posible avanzar: Derechos del menor, donde por ser menores se permiten maltratar a padres, profesores, mayores y a quien les venga en gana, y si uno de estos "educadores" intentara siquiera corregirles, pueden encontrarse con la Ley acusándoles de abusar o maltratar, cayéndoles encima toda esa serie de colectivos del buenismo tontorrón en apoyo del menor. Luego ocurre lo que vemos, cuando adolescentes se agrupan en manadas y los cachetes que debieran ellos llevarse de más pequeños se convierten en palizas a sus papás, profesores y sufrirlos el resto de la sociedad. ¿No me digan que no somos un poco idiotas?

Podríamos poner infinidad de ejemplos donde el buenismo tontorrón está latente y pendiente de ser aprovechado por los trepas, sinvergüenzas, energúmenos y quienes sienten que la Ley les protege a pesar de todo.

Los carros siempre deben ir empujados por los bueyes, lo contrario es imposible de considerar.

La ley, si quiere ser condescendiente y muy galante, puede actuar sin dañar sensibilidades: ustedes no se encuentran cómodos en esta España, pues no los encarcelaré y juzgaré, se pierde mucho tiempo y dinero, les mandaré fuera, allá donde ustedes digan, donde les traten mejor (no podrán volver jamás) ¡pero qué es eso de querer adueñarse de un lugar que es de todos! Donde, además, sin salir de él, viven miles de personas que no quieren que ustedes les legislen y conformen un harén a su medida, es osadía delictiva.

Las bromas deben acabar, quien gestiona y gobierna no es para saltar de alegría por ganar unas elecciones, por salir elegido como si le tocara la lotería, como vemos estos días con los pactos, da vergüenza ajena sentirlos arreglándose su vida, ustedes deben responder ante retos y responsabilidades, las familias de bien, deben estar protegidas y amparadas por leyes rápidas y justas, una justicia lenta, no es justicia ni es nada. Mientras pasa el tiempo, mientras nos componemos con ese buenismo tontorrón, se aprovechan de nosotros el mal criado, el malhechor, el sinvergüenza y el caradura.

José Viñas García

Villamiana, Oviedo

Cartas

Número de cartas: 45088

Número de cartas en Abril: 104

Tribunas

Número de tribunas: 2033

Número de tribunas en Abril: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador