La corrupción como arma arrojadiza
Mientras el señor Zapatero continúa sin tomar medidas eficaces contra la crisis y, por pura lógica, el paro sigue aumentando, el Gobierno y sus afines se han enfrascado en una campaña mediática contra la corrupción protagonizada por cargos públicos del PP. Se pretende desviar la atención de otros problemas e ir preparando la campaña electoral que va a estar basada en desprestigiar al contrario. ¿Es cierto que muchas personas que militan en el Partido Popular y que han ejercido, o ejercen, en cargos de responsabilidad están de mierda hasta las cejas?, por supuesto. ¿Es cierto que muchos socialistas, gente de CIU, Unión Mallorquina, etc, han caída en la tentación del vil metal, de las comisiones ilegales y las mordidas?, también. Si el Fiscal General del Estado disparara a discreción, aquí no se salva ni Dios. Que se dejen de discursos vacíos y de marear la perdiz y que modifiquen el Código Penal para que los jueces puedan imponer muy duros castigos a los que, en el ejercicio de sus responsabilidades públicas, se corrompan. Dejo a la imaginación del agudo lector el porqué no se hace. La estrategia de aplicar el ventilador a los excrementos es muy peligrosa porque el día menos pensado cualquier juez o cualquier ciudadano puede poner también al PSOE en aprietos, como ya ocurrió en el pasado, y el desprestigio generalizado de los partidos políticos puede alumbrar un escenario similar al italiano. Dejémonos de tonterías, todo el que se mueve entre los bastidores de las administraciones sabe hasta donde llega la podredumbre. Instamos desde aquí a que la judicatura, ante el menor indicio, investigue los patrimonios de los cargos públicos y sus familiares directos, sobre todo en ayuntamientos y CC AA.
Ante la falta de programas, de argumentos, de ideas, se va a utilizar la corrupción como arma arrojadiza para ganarse al electorado. Es un gravísimo error que pasara factura.
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