Padre Ángel, sí es posible...
"... El 14 de marzo de 1937, desde Mieres, se abrió una Puerta de Esperanza en el Azul Cielo. Padre Ángel, gracias por existir".
Una frase que sirvió para concluir mi experiencia escrita para él, nuestro Padre Ángel, en este nuevo encuentro donde volvió a estar conmigo, para después fundirnos en un abrazo.
Otra vez que ha regresado a su Asturias, a este Oviedo donde nos ha deshojado el porqué de su última creación literaria, llamada "Un mundo mejor es posible".
Disfrutar de su conversación, amena, sensata, brillante en su conjunto y salpicada de emociones y anécdotas, narradas con la convicción de alguien que las ha vivido y vive en muy primera persona. Y, por ello, tantas veces han sido motivo de provocar alguna lágrima.
Para completar una tarde de viernes fantástica en el Club Prensa Asturiana, agradecer de corazón a mi presidenta, Mar Prieto, introductora fascinante del acto, y a Carmen Casal, mi compañera de charla con el Padre Ángel, siempre eficaz alquimista de frases y palabras entrelazadas.
Y a usted, Padre, por animarnos, porque se tiene que intentar, porque sí: un mundo mejor es posible.
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