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Consulta de Podemos a sus bases

15 de Julio del 2019 - José Viñas García (Oviedo)

La política es otra cosa, la democracia tampoco exige el tener que preguntar a los afiliados cada movimiento, cada acuerdo, proyecto o cada decisión que deben tomar los representantes asumiendo su responsabilidad y autoridad. Ellos ya fueron elegidos por esos mismos afiliados para, se entiende, en su nombre proyectar la mejor determinación en los asuntos que su prerrogativa lleva implícita, ya que contrajeron el compromiso y aceptaron ser representantes no solo de sus votantes, también del resto de ciudadanos que no les votaron. Ya que si ustedes ahora con toda justicia piden ministerios, esos ministerios que ocupen los de Podemos y los otros que ocupen los de PSOE no serán para arbitrariamente favorecer a sus afiliados correspondientes, ustedes (aquí es donde está el error de todos ustedes) serán ministros para ejercerlo con total ecuanimidad en beneficio de la mayoría de los españoles, siempre teniendo en cuenta a esas personas o colectivos discriminados, que nadie se acuerda de ellos por ser minoritarios.

Lo cual, las preguntas a la ciudadanía (tenemos el ejemplo del “Brexit” en el Reino Unido o el proceso de paz en Colombia), no puede ser para trasladar la ineptitud de los representantes a los votantes; para eso consúltenles todo, váyanse y dejen cobrar el sueldo. Para eso elegimos a los que se suponen los mejores, para en nuestro nombre rodearse de las personas adecuadas y preparadas para la toma de decisiones.

Están luego los que arribistamente desde la misma formación enseguida aprovechan para discrepar sin más sentido que favorecer su persona sin importarles seguir perdiendo votantes, rompiendo el partido en más pedazos que ellos mismos ya se encargaban de tener a bien hacer, hablo de Teresa Rodríguez, Ramón Espinar, etcétera. Además, que lo hacen sin reflexión alguna, solo aprovechan contra Iglesias su odio enfermizo.

Ya dejé claro que no estoy de acuerdo con ese tipo de consultas, pero de hacerlas no debieran ser solo para las bases, si salieron elegidos por casi cuatro millones de votantes, los afiliados pudieran llegar a 20.000 o 1.000.000, faltarían muchos que les votaron que tienen todo el derecho también a decidir en tal caso ¿cómo sabemos quiénes son esos votantes? Imposible, pero estaría mejor proyectada esa pregunta incluyendo a simpatizantes.

Pero ciñéndonos a la pregunta que debiera hacerse o redactarse, jamás sería justa del todo, jamás conformaría a las partes implicadas: PSOE, Iglesias o con los discrepantes del partido. Pero no hay duda de que Teresa Rodríguez solo tiene razón en una cosa, que debieran estar claros los puntos acordados y los que discrepan cada cual para que los votantes sepan a qué atenerse. Luego dice Teresa que la pregunta debiera ser: sí, no o abstención. Creo que no es esa la salida a una propuesta de Sánchez de un Gobierno de cooperación (que nadie sabe qué es), o un Gobierno de coalición que exige con buen criterio Iglesias. Por todo ello, lo que falla en este asunto es la pregunta en sí, no cómo la redactemos, que siempre tendrá controversia segura.

¿Después de la consulta qué les queda? Si sale que aceptan la cooperación, ¿deberá Iglesias ceder a todos los argumentos planteados por Pedro Sánchez y favorecer esa investidura? ¿Qué ocurrirá después con la gobernabilidad, también cederán en todo? Si sale Gobierno de coalición, ¿deberá ceder Pedro Sánchez a las peticiones de Iglesias y hacerle ministro? Esto último no está en manos de los afiliados a Podemos, lo cual, como ven la respuesta, no solucionará el problema enconado entre un PSOE prepotente y un Podemos que creo tiene todos los ases de la baraja si Pedro Sánchez quiere ser investido presidente.

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