Los frutos buenos o malo se juegan en el corazón
Hermanos/as: Así les prediqué a los/as educadores/as y jóvenes del Junior de Acción Católica de Asturias en el retiro-revisión de sus campamentos de 1979.
Hermanos: Dios prefiere la bondad a la eficacia y la buena calidad a la cantidad. Los fariseos hacían sacrificios de baja calidad: honraban a Dios con los labios : su corazón lejos de Dios; daban limosna pero tocaban la trompeta;hacían oración en las esquinas de la plazas para ser vistos: era vanidad, no oración;y la oración del publico no al final del templo y casi llorando; alabado pro Cristo por humilde. Ahora hay quien se contenta con vivir en gracia de Dios y no caer en el pecado, otros además procuran evitar el venial y los hay Santos que quieren extirpar todas las raíces de maldad porque se sienten tan entusiasmados con el Señor que intentan semejarse a Él: Santa Teresa de Jesús, santo Francisco Javier, santo Juan Bosco, santa Isabel de Portugal, san Vicente de Paúl... Muchos de nosotros llevamos la cruz con resignación; estos santos y millones desde Cristo la llevan con alegría y se glorian de ella. En las dos pescas milagrosas Jesús observa que fueron muchos los peces capturados; y de la buena simiente dice que una dio el 30, otra el 60 y otra el 100 por ciento; san Pablo no sólo pondera la cantidad de su trabajo, también la calidad. “Todos los que le oyeron se bautizaron (Primera Cor. 15,20). Dios se queja de su vida –la sinanoga– que en vez de uvas dio agrazones;y en cuanto a la cantidad, no hallando fruta en su higuera, después de tres años de espera mandó arrancarla; muchos se dicen cristianos y no dan frutos de buenas obras porque viven como paganos no ven a los pobres y no les dan limosnas, pocas misas de Domingo y algunas son misas rezadas y veinte céntimos en la colecta”. Ya van a más las familias que como las vuestras, rezáis el rosario antes de cenar; os priváis de algunos gastillos y lo echas en la cesta; muchas familias nuestras son de cinco, seis u ocho miembros y hay varios sueldos y deciden ser socios de Cáritas, sostener unas becas en el seminario de Misiones y también dar el diezmo de sus sueldos para estos fines, y además participan en el apostolado de la Iglesia.
Hace ya más de sesenta años; 1958 ene l Campamento (Caleao, Caso), tras la tónica “Ser apóstoles” los educadores/as y sus juniores se comprometieron a ofrecer a sus párrocos; así también hicieron las congregaciones marianas, “El Caramelo” (allí el padre Florencio, que en gloria esté, entusiasmaba), vivencias (PP. Paules). La virtud del cristiano tiene que ser verdadera, constante y recta de intención, sólida y capaz de vencer las humillaciones de la vida porque los frutos buenos y malos se juegan en el corazón: Así la virtud será constante hasta la muerte: ante ésta podemos decir con Jesucristo en la Cruz “¡todo está cumplido!”; allí el centurión romano que vigilaba exclamó lleno de fe: “Este ¡es el hijo de Dios!”.
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