Magnífica organización de la XL Amuravela de Oro
Es la primera vez que asisto invitado por la Asociación Amigos de Cudillero, ejemplo del bien hacer para el resto de Asturias, y me apresuro a felicitarles por la magnífica organización de la edición XL Amuravela de Oro, que tuvo lugar el pasado domingo 14 de julio, nada fácil teniendo en cuenta la asistencia de 350 invitados, incluyendo autoridades en representación de distintas instituciones. Aprovechamos para recordar a la nueva Corporación municipal la deuda que tiene pendiente con Juan Luis Álvarez del Busto, que junto con todos los miembros de la asociación ha puesto el prestigio de Cudillero en lo más alto del pódium de los elegidos. Nos permitimos recordar a la nueva Corporación municipal de Cudillero, que preside Carlos Valle Ondina, la deuda que tiene pendiente para nombrarlo hijo predilecto, cuando, por otra parte, esa distinción no representa ningún quebranto a las arcas municipales. Pasa lo mismo con José Antonio Fidalgo, cronista oficial de Colunga, que hace quince años, se dice pronto, se acordó esta distinción por la Corporación de entonces y continúa sin reconocérsele. Estoy seguro de que la nueva alcaldesa, Sandra Cuesta Fanjul, que parece muy diligente y que en realidad lleva como tal desde octubre pasado, tomará cartas en este vergonzante asunto para que quede resuelto definitivamente. Y, por último, en este apartado, no puedo soslayar la candidatura que presentó este cronista ante el Ayuntamiento de Siero, que preside Ángel García, a favor del intrépido y activo cronista del paisaje humano de Siero, con el fin de que le sea concedida la distinción también de hijo predilecto de Siero. Son tantos los méritos que se les atribuye a las tres personas y personajes asturianos que olvidarlos por parte de las autoridades municipales constituiría una injusticia. “La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo”, según Platón.
Pero también me animó a escribir este comentario de los “Amuravela de Oro” 2019 mi afán siempre de colaborar y, por qué no decirlo, ejercer el derecho a la crítica sana. El acto protocolario resultó francamente soporífero, baste decir que comenzó a las 13 horas y acabó a las 15, dos horas. No se debe dar rienda suelta a los encargados de glosar la historia de los galardonados. Lo mismo el coronel-jefe de la Guardia Civil de Asturias, Francisco Javier Alminaña, que se refirió a la Brigada Central de Salvamento Minero; así como a la filóloga doña Carmen Bobes, en representación de la galardonada la francesa, que excusó su ausencia, doña Bernadette Paringaux, se excedieron, pero mucho, en sus intervenciones, llegando la audiencia a acusar el consiguiente sopor, máxime en horas del almuerzo. Hay que fijar un tiempo para cada intervención, que cuando son varios no debe excederse de 10-15 minutos. El positivo ejemplo en este sentido lo tuvimos en ese mismo acto a cargo del periodista e hijo predilecto de Villaviciosa don Evaristo Arce, que fue el encargado de glosar la trayectoria del otro galardonado, el Grupo El Gaitero. Evaristo intervino en tiempo y forma y, como buen profesional, huyó de lo accesorio para ceñirse a lo sustancial.
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