Pensar antes de hablar
En estos últimos días ha podido pasar en más de un lugar de España que algunas personas hayan quedado aisladas de parte de los sucesos acontecidos en el mundo, probablemente debido al cambio en la señal de emisión de la televisión, pero también han aparecido personas que, pudiendo estar informadas, se aíslan ellas mismas del mundo que les rodea.
Parece ser que la cosa viene de atrás, de traumas no superados, ya que, a pesar de haber pasado ya el apagón analógico y haber entrado en la conocida como era digital, siguen sin estar al corriente de la actualidad, pero por puro desinterés. Por si esto fuera poco, van haciendo gala de su ignorancia con declaraciones totalmente desafortunadas. Estas declaraciones casi siempre están centradas en la crítica hacia las direcciones locales de su partido. Unas veces se dice que no se colabora, otras, que siendo sus miembros concejales no utilizan la prensa, y un sinfín de acusaciones infundadas. Pues bien, intentemos aclarar estas situaciones.
Utilizando la lógica y la educación que a todos nos enseñan desde pequeños (o al menos así debería haber sido), y la prudencia que se adquiere con la edad (no todos alcanzan el mismo nivel, por lo que se observa), uno aprende que, cuando no se sabe de qué se habla, es mejor callarse, y cuando se critica es necesario investigar y conocer datos que puedan ayudar a formar una opinión más o menos veraz o fiable, y criticar si es que hay motivo, o callarse si no lo hay. La situación aún puede ser peor si quien obra de manera tan imprudente presume de profesional de la comunicación titulado.
En este sentido, cuando una queda aislada de quienes pretende criticar, y del lugar de autos, no puede hablar tan ligeramente, y quedarse tan ancha. Puede, y simplemente es una suposición que dejo en el aire, que por las circunstancias que sean, las cosas se hagan de forma diferente a como una piensa, pero con la misma finalidad y con los mismos objetivos.
Aunque este indivíduo no se preocupe de informarse y simplemente se recree en el desprestigio de sus compañeros, éstos siguen trabajando por y para el partido. Y mientras los demás se preocupan de que todo funcione, esta persona sólo pretende conservar un volátil puestín y lucirse por las plazas de España.
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