Esconder la mano
Intolerable. Para empezar esa es la palabra que se debe de utilizar ante un ataque
tan directo al Estado de Derecho. Lo sucedido días pasados en la Universidad
Complutense de Madrid, ¿como se debe de catalogar?, porque nunca hemos visto
los españoles actitud tan revolucionaria como la demostrada por diferentes
personajes en el "acto", por así llamarlo, que celebraron en apoyo del juez
Baltasar Garzón.
Para empezar, no es de recibo que todo este montaje estuviera organizado por
los sindicatos UGT y CC.OO., convocando ambos a sus militantes liberados para
que acudieran a dicho "acto".
¿Sindicatos obreros?. Permítanme que me carcajee, porque de obreros solamente
tienen el nombre. Son simples "palmeros" del gobierno de Zapatero, por el que
están mantenidos y que se avienen a las directrices que desde La Moncloa reciben.
Días antes de esta "demostración", Méndez y Toxo se reunieron con Zapatero,
¿no sería para recibir instrucciones?. De esa manera, la imagen del presidente
del Gobierno de España queda "limpia" y son estos dos personajes los que dan la
cara.
Por otro lado determinados artistas, los de siempre claro, también salen en
defensa del juez, como en los mejores tiempos del Prestige y del "no a la guerra".
Ya el colmo del despropósito se completa con la participación de un Secretario de
Estado, Gaspar Zarrías, alcaldes como Pedro Castro, de Getafe y llega el remate
con el exfiscal anticorrupción, Jiménez Villarejo, con una intervención de auténtica
vergüenza..
¿Pero esto que es?, ¿acaso se pretende volver a principios del año 1936?. Bajo
ningún concepto el pueblo español debe consentir que media docena de iluminados
y nostálgicos destruyan lo que tantos años y trabajo nos ha costado a todos.
Me parece bien que quienes perdieron a sus familiares, de un lado o de otro,
intenten recuperar sus restos. Pero ante todo debemos de mirar hacia adelante y
dejarnos de retrocesos que nada mas que conducen a la destrucción de una
nación.
Epero que dentro de los partidos de izquierdas, haya pesonas con la suficiente
lucidez para que sepan frenar estos actos tan extremistas.
Lo primero ha de ser España y el bien de todos los españoles. Los que se crean
"iluminados" que se vayan el desierto a predicar, que allí seguro que les harán
mucho caso.
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