La basura en nuestros pulmones

COGERSA fue una iniciativa pública brillante que solucionó la recogida de Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Empezó acumulando basura en el vertedero y poco a poco se ampliaron las instalaciones con los procesos de aprovechamiento de los gases combustibles y con la depuración de los líquidos que expulsan las basuras (lixiviados). Mientras tanto, con la colaboración de los ciudadanos, se inició la selección de los residuos para su posterior reciclado.

El aprovechamiento energético de los gases emitidos por la fracción orgánica (por lo tanto no se emiten gases uno de los principales gases que provocan el efecto invernadero) ha llegado a proporcionar la energía necesaria para el funcionamiento de la propia COGERSA y unos ingresos considerables para, por una parte abaratar los costes del servicio, y por otra, para vender electricidad a la red. Además, el compostaje de restos vegetales y de estiércoles de ganado también son ahora producciones estables de COGERSA para el mercado agrícola y ornamental.

El éxito de COGERSA es indudable. Se lograron eliminar la totalidad de los vertederos municipales y poco a poco van desapareciendo los vertederos ilegales. Se consiguió unir a todos los ayuntamientos en una empresa común y funciona. ¿Porqué cambiar?

¡Qué acierto encontrar, en una época en la que vivía mucha más gente que ahora en el campo, un lugar tan céntrico y accesible! La empresa consorcio dispone de unas instalaciones en las que se ha invertido mucho dinero y que van respondiendo paulatinamente a las necesidades de un complejo de gestión integral de residuos de todo tipo.

Sorprenden sin embargo, los escasos resultados conseguidos en uno de los objetivos más importantes que se había planteado COGERSA, que no es otro que la reducción del volumen de basuras recibido de los asturianos y su selección sistemática en origen, separando diferentes tipos de basuras para facilitar de forma efectiva la reutilización y el reciclado de los RSU. Efectivamente así reza su principal objetivo: “Contribuir a la mejora global del medio ambiente asturiano a través de una correcta gestión de residuos, cumpliendo la jerarquía establecida por la normativa (fomentando, por este orden, su reducción, reutilización, reciclado y otras formas de valorización) e impulsando o desarrollando proyectos, soluciones y servicios adaptados a las nuevas necesidades, normativas y técnicas disponibles en cada momento para minimizar el impacto ambiental y maximizar la recuperación de los recursos”. Y sigue. “Prevenir la contaminación ambiental, asegurando el control de nuestras emisiones, fomentando la utilización de tecnologías y procesos que minimicen el consumo de recursos naturales y la cantidad de emisiones perjudiciales, en cuanto sea posible técnica y económicamente en consonancia con el principio de mejores técnicas disponibles (MTD)”. Para decidir con tanta rotundidad la necesidad de la incineradora, ¿han cambiado los estatutos? ¿Los han tirado al vertedero o mejor, los están incinerando?

El reciclado de papel, envases y demás fracciones avanza lentamente y se refleja en su escasa consideración económica. No hay conciencia de “coproducto” para algunas de las fracciones de la basura. No se buscan mercados capaces de adsorber a las materias primas obtenidas con la separación de las basuras. ¿Qué impide ser competitivo y agudizando el ingenio, lograr el aprovechamiento y la comercialización eficiente del papel-cartón (20,6 % bolsa negra), maderas, textiles (10,9 % b.n.), plásticos (10,8 % b.n.), materia orgánica (38,2 % b.n.), entre otros productos?

La administración del Principado ha sido incapaz de reducir la proliferación de bolsas de plástico y de bolsas de ensilado, que se extienden por todos los rincones. Tampoco han sistematizado la utilización de papel reciclado en las oficinas autonómicas y municipales. Debido al escaso tamaño del sector hortofrutícola regional la utilización de abonos orgánicos de los que COGERSA con su compost, podría ser el gran suministrador es insignificante. Problemas de comercialización impiden una estimación económica adecuada a su potencialidad. Se podrían aplicar masivamente en praderías, pomaradas y en los bosques productivos que mejorarían sensiblemente sus rendimientos.

Después de su digestión para obtener metano, la maduración de los fangos de las depuradoras y otros residuos orgánicos de las agroindustrias generaría abonos que podrían dosificarse en nuestras plantaciones forestales o los futuros cultivos energéticos que deberán suministrar combustible a las futuras plantas de aprovechamiento de la biomasa que buscan la rentabilidad asegurando cantidades mínimas garantizadas.

Con el tiempo y los deberes a medio hacer, llegamos a la colmatación del Vertedero Central por motivados por el continuo aumento de los residuos producidos por habitante y año, y por la escasísima reutilización y reciclaje.

En Asturias llevamos un siglo de emanaciones gaseosas industriales sin control. Mieres, Langreo y Avilés entre otros lugares, tuvieron y/o tienen niveles de contaminación atmosférica muy elevados. En enfermedades pulmonares somos líderes y en aras del progreso y del desarrollo insostenible todo se ha perdonado por el mantenimiento de los puestos de trabajo. Los ríos negros, la rías venenosas, etc. Al aire se vertió y se vierte de todo y siempre ha sido muy difícil cuantificar los efectos perversos sobre la salud de los asturianos y sobre todo en lo que se refiere a la contaminación de acuíferos, suelos, praderas, frutales y animales.

Se han emitido millones de metros cúbicos de gases problemáticos que se han esparcidos por miles de hectáreas, debilitando la salud de las plantas y la salud de nuestros animales, acidificando la tierra, contaminando las fuentes. ¿Por qué no se obliga a instalar esos maravillosos filtros que dicen tan eficaces, a los hornos crematorios que nos rodean por doquier? Ahora, quieren añadir a la enorme concentración de térmicas de la zona central, plantas de cogeneración (cada vez más) y grandes empresas industriales (Arcelor, Fertilizantes, etc.), un negocio más a cuenta de todos nosotros, los ciudadanos. Vamos a ser el fogón de España.

Tendremos que suministrar continuamente abundante combustible al monstruo proyectado y además, a las familias nos costará una considerable cantidad adicional a lo que ahora pagamos. De radicales medidas contra el consumo de tabaco pasamos a emitir al aire que todos respiramos, sustancias que en muchos casos se desconocen, porque la basura es tremendamente diversa y cambiante. ¿Se van a instalar filtros específicos para tipo de basura en particular?

Supongo que ya se han realizado los pertinentes estudios sobre diferentes ubicaciones y alternativas para la puesta en servicio de un nuevo vertedero y supongo, que dieron como resultado un impacto ambiental superior a la incineradora. También han pensado, estudiado y valorado otras opciones mucho más económicas, como reconvertir todo el vertedero actual, destinando lotes uniformes e inertes a diferentes destinos por la región. Canteras abandonas, que llevan años sin restaurar, pueden recibir contenedores estancos que liberarían espacio y garantizarían la recuperación del volumen primitivo del lugar. ¿Han estudiado así mismo, la posibilidad de duplicar la superficie del vertedero justo al lado, teniendo en cuenta la total regeneración superficial del actual? (véase en Google Earth el vertedero y lo poco complicado de esta solución y su reducido coste comparativo). ¿Se les suministró a los miembros de Consejo Director del Consorcio esta información?

Considerar a toda Asturias como vertedero, gasificando las basuras y expulsando al aire que todos respiramos todo tipo de tóxicos, es muy grave. Parece que las características geográficas y la climatología de Asturias, no se consideraron suficientemente, en la falsa creencia de que siempre tendremos el tiempo ideal. Hay días sin viento. El cielo aparece cargado de nubes y ya ahora se ven perfectamente concentraciones importantes de smog en ciudades y valles, marrones, oscuros, nocivos. Una realidad. Y quieren añadir al coctel gaseoso, las emanaciones de una macro incineradora. Todos esos gases pueden acabar arrastrados por un denso orbayu en las hojas de hortalizas y árboles, frutales y forrajes para finalmente acabar en la tierra y de ahí a las aguas. COGERSA debe cumplir los objetivos de su Constitución y evitar cualquier tipo de contaminación de nuestra atmósfera.

Después de una visita por plantas de incineración de varias partes del mundo y estudiadas concienzudamente por nuestros eruditos, curiosamente, el responsable máximo en la defensa del Medio Ambiente en el Principado se convierte en el defensor de la gran incineradora. No sería descabellado pensar en el peligro que sufriría el Ciclo del Agua en Asturias, que hay que preservar por encima de todo, asegurando la calidad de las aguas llegan a nuestros manantiales y captaciones demasiado expuestos a contaminaciones imprevisibles. La lluvia y la nieve lavan constantemente la atmósfera y se impregnan de sus componentes transportándolos hasta todos los rincones del Principado.

La incineración no elimina la basura sino que la extiende transformada por el aíre, el agua y la tierra, produciendo cenizas de difícil reutilización. La incineración genera menos energía que la que se necesita para producir parte de las materias primas que quema como papel, madera, etc.

El Desarrollo Sostenible no admite ni de casualidad esta solución como idónea y resulta incompatible con la Conservación Integral de los Recursos Naturales. El Desarrollo Sostenible nos grita: ¡Basta! Reduce el consumo, reutiliza envases y compra siempre que puedas a granel, reciclaje integral y compostaje de la fracción orgánica de los residuos para devolver a la tierra parte de lo que nos proporcionó.

La incineración es un negocio que genera grandes beneficios a ingenierías antes relacionadas con las plantas nucleares, a compañías eléctricas y a otras empresas, que forman un Lobby muy influyente. Para los promotores será construcción y dotación de la incineradora será sin duda, un negocio muy fructífero como lo son siempre las grandes inversiones relacionadas con la generación de energía. ¿Tiene algo que ver la incineración realmente con el interés general?

Desde siempre ha habido Leyes y Normas legislativas que prohíben la emisión de gases tóxicos y el vertido de sustancias contaminantes y los asturianos pueden juzgar su cumplimiento y eficacia hasta ahora. Por lo visto, por primera vez será diferente. ¿Y si el control de los resultados de nuestra enorme incineradora registra aumentos de tóxicos superiores a los permitidos en el aire y las aguas?

La eliminación de los todos los riesgos es tan cara, que hace poco atractivo el negocio. No debemos consentir la destrucción de recursos que podrían aprovecharse con más eficiencia energética. Podemos cambiar de actitud, dejar de adorar al fuego como los cavernícolas y aplicar tecnologías limpias. Quemar la fracción orgánica de las basuras, por ejemplo, es una barbaridad y además carísimo. Las incineradoras emiten al Medio Ambiente cientos de sustancias tóxicas, como arsénico, cadmio, hexaclorobenceno, mercurio, cromo, plomo, dioxinas y furanos, hidrocarburos aromáticos policíclicos, etc. Provocan malformaciones, alteraciones en el sistema nervioso central y en los sistemas inmunológico y hormonal, problemas en pulmones y riñones, y cáncer entre otros. Enfermedades asociadas a la exposición de tóxicos, sobre todo en ancianos y niños.

¿Fueron a exponer su punto de vista ante la Asamblea del consorcio profesionales con alternativas diferentes convenientemente estudiadas y valoradas?

Si nos detenemos en el tamaño elegido, con una capacidad para incinerar entre 400.000 y 500.000 Tm al año, se supone que para optimizar el rendimiento de la instalación se tendría que quemar prácticamente la totalidad de los RSU y asimilables (466.362 Tm en 2008). Las alternativas no han sido estudiadas ni medidas con los mismos recursos, ni intenciones.

En Suiza construyeron un complejo gigantesco que se quedó con la mitad de los hornos parados y se dedica a comprar masivamente basuras italianas para mejorar su rentabilidad. Las previsiones fallaron debido a la respuesta del pueblo suizo, que cumplió con su obligación de reducir drásticamente sus residuos (educación). En la zona de los grandes lagos en USA ante los graves problemas de contaminación por vertidos que acababa con todo ser vivo acuático se construyeron redes de saneamiento y depuradoras. En principio la mejora fue evidente, pero se comprobó inmediatamente las consecuencias negativas de quemar los fangos de las depuradoras en incineradoras, pues los gases producidos fueron en principio junto con la nieve a tapizar con los venenos generados a cientos de hectáreas afectando también a la vecina Canadá. Con el deshielo, siguiendo el ciclo natural, los problemas volvieron a los lagos con graves consecuencias para la salud de su fauna.

Paremos entre todos los asturianos esta desdichada decisión y seamos un ejemplo de amor por nuestra tierra. Apostemos por un futuro libre de humos peligrosos. Las abejas nos lo agradecerán. La leche de nuestras vacas podrá certificarse como excelente libre de compuestos raros, recuperaremos aquellas fuentes de agua fresca y cristalina tan necesarias para tanta cuesta y la salud de nuestros ríos, las flores de nuestros manzanos se multiplicarán para brindarnos excelentes cosechas para celebrar con nuestra Sidra de Asturias (D.O.) soluciones más ecológicas.

La construcción de la incineradora es una equivocación muy grave que se puede evitar. Estamos a tiempo. Nos ahorraríamos mucho dinero y daños seguros a nuestras producciones agrarias y ganaderas muy afectadas por las emanaciones actuales. Simultáneamente, evitaríamos su negativo impacto sobre la salud de una población cada vez más envejecida y por lo tanto muy sensible. Algunos asturianos no queremos que la basura de una forma u otra acabe en nuestros pulmones.

Antonio Muñoz Álvarez

Ingeniero Agrónomo