La huella de Tania, la Flor de Río Grande
El 31 de agosto se cumplen 52 años de la muerte de Tania en una emboscada en en el Río Grande de Bolivia.
Y de nuevo entregarán flores en el lugar de Bolivia donde recibió un disparo.
El pueblo boliviano la convirtió en leyenda y se dice que sale del río cuando hay niebla con una gran cesta de flores y frutas.
"Lo más valioso que un hombre posee es la vida, se le da a él solo una vez y por ello debe aprovecharla, de manera que los años vividos no le pesen, que la vergüenza de un pasado miserable y mezquino no le queme y que muriendo pueda decir: He consagrado toda mi vida y mi gran fuerza, a lo más hermoso en el mundo, a la lucha por la liberación de la humanidad." (Tamara Bunke, "Tania la Guerrillera").
¿Quién era esta mujer?
Según la historiadora Carmen Esquivel, "en su corta e intensa vida debió adoptar personalidades y nombres distintos como Haydée, Tamara, Vittoria, Marta y Laura, pero la luchadora internacionalista que siguió la ruta del Che por la selva boliviana pasó a la historia como Tania la Guerrillera".
Hace 52 años, un 31 de agosto, en la selva boliviana, un pelotón de soldados del ejército boliviano aguarda escondido en la maleza a un grupo de guerrilleros a que crucen un torrente.
Tras 10 horas de espera, un grupo de combatientes revolucionarios al mando del comandante Juan Vitalio Acuña Núlez, "Joaquín", y guiados por un campesino traidor que les fue llevando a ese lugar.
Cuando el agua, al cruzar el río, les cubre hasta medio cuerpo, arrancó una balacera que con ametralladoras mató a la mayoría de los guerrilleros.
Una de las balas atravesó el corazón de Tania, que se agarra el pecho y cae su cuerpo, siendo arrastrado por el torrente. Fue la única mujer entre un ejército de barbudos revolucionarios; convirtiéndose inevitablemente, en un mito.
Haydée Tamara Bunke Bider, "Tania la Guerrillera", había nacido un 19 de noviembre de 1937, en Argentina. Hija de Erich Bunke, alemán, y de Nadia Bider, polaca; ambos comunistas que tuvieron que emigrar, junto a su pequeño hijo Olaf, hacia Argentina en 1935 huyendo del régimen fascista de la Alemania nazi de Adolf Hitler.
Con la caída del nazismo los padres decidieron volver a Alemania y con 18 años fue admitida en el Partido Socialista Unificado de Alemania, dentro del Departamento de Relaciones Internacionales tanto por su intelecto como su dominio del español, alemán, francés, inglés y algo de italiano.
En 1961 viajó a Cuba, estudiando Periodismo en la Universidad de La Habana y trabajó en el Ministerio de Educación, en el ICAP y en la dirección nacional de la FMC.
En La Habana se la vio vestir de uniforme de miliciana, actuar en defensa del triunfal proceso revolucionario cubano, participar en las campañas de alfabetización, trabajando en los sindicatos y dentro del grupo de estudios de la realidad argentina.
Los argentinos que vivían en Cuba organizaron una reunión festiva, donde el Che Guevara propuso a debate la necesidad de la lucha armada en Latinoamérica y quedaron para una siguiente reunión. En la citada sesión algunos discreparon, entre ellos estaba Tamara Bunke, que abandonó la reunión.
Durante los primeros meses de 1964 Tamara Bunke recibió un intenso entrenamiento en Cuba, transformándose en una eficiente espía, y al finalizar fue citada por el Che en su oficina del Ministerio de Industria donde le explicó su misión futura.
El 9 de abril de 1964 partió hacia Europa utilizando un pasaporte a nombre de Haydée Bider González, con la misión de tomar fotos de una aldea en la frontera italo-alemana y de un matrimonio de ancianos, para mostrarlos como si fuera su pueblo de nacimiento y sus padres.
Comenzaba así una vida difícil y secreta: debe montar una personalidad falsa y vivir en medios hostiles tanto a su ideología como a sus costumbres.
El 5 de agosto viaja a Frankfurt, para aprender los hábitos y modos de la República Federal Alemana (RFA), como una etnóloga argentina de nombre Laura Gutiérrez Bauer.
Bajo el seudónimo de Laura Gutiérrez Bauer se trasladó seguidamente a Bolivia, cumpliendo órdenes sobre la secreta misión encargada por la dirección del gobierno revolucionario cubano -y particularmente por el Che- de establecer relaciones...
Tanto con la clase gobernante como con el Ejército de Bolivia, adonde llegó a finales de 1964, para crear condiciones mínimas para abrir un frente guerrillero.
El 20 de enero de 1965 ya había logrado formalizar su situación definitiva en Bolivia moviéndose dentro de los altos círculos bolivianos como una persona emergente, y contrajo matrimonio con Mario Martínez, hijo de un importante ingeniero de minas boliviano, con lo que logró legalizar su radicación definitiva en Bolivia y le permite también desprenderse del acoso masculino que tanto detestaba.
Comienza entonces una nueva preparación para la nueva y difícil etapa. Plasmando sus sentimientos con estas poéticas palabras que su propia vida dará respuesta:
"Dejar un recuerdo.
¿Con qué he de irme, cual flores que fenecen?
¿Nada será mi nombre alguna vez?
¿Nada dejará en pos de mí en la tierra?
Al menos flores, al menos cantos...
¿Cómo ha de obrar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir, a brotar en la tierra?"
Y recibe nuevas instrucciones del Che, como viajar a Argentina en misiones secretas y acompañar a Regis Debray y a Ciro Bustos al campamento guerrillero radicado en Bolivia.
Colaborando con la guerrilla, ayudando a recibir a nuevos combatientes y en su posterior traslado hacia la zona guerrillera. Vinculándose definitivamente a la guerrilla, bajo las órdenes directas del comandante Juan Vitalio Acuña Núñez, "Joaquín", en la selva boliviana.
En abril de 1967 este grupo de la retaguardia dirigido por "Joaquín" perdió contacto con el resto de la guerrilla encabezada por el Che y a pesar de los esfuerzos de unos y otros por reagruparse no lo lograron.
Cuando el grupo guerrillero en el que se encontraba Tania cayó en una emboscada mientras cruzaban el vado de un río, el 31 de agosto de 1967, el Che y sus compañeros, sin saberlo, se encontraban a un kilómetro de ellos.
El cadáver de Tania fue arrastrado por el río y hallado por unos soldados bolivianos el 6 de septiembre. Al día siguiente trasladaron sus restos hacia el Regimiento Pando y el 8 fue enterrada.
El pueblo boliviano, que convirtió a Tania en leyenda, sigue colocando flores en la tumba anónima del recóndito paraje andino donde entregó, generosamente, su valiosa vida por la liberación de la humanidad.
La fosa donde fue escondida no fue encontrada hasta 31 años después por los cubanos Noel Pérez, geofísico, y Roberto Rodríguez, arqueólogo, el 19 de septiembre de 1998. Y desde ese año los restos de Tania descansan en el mausoleo erigido al Che y sus compañeros, en la ciudad de Santa Clara.
Con ocasión de los 50 años de su muerte se presentó una serie televisiva de 10 capítulos: la historia de ITA.
Documentales, canciones, libros y testimonios multiplican la vida de esta mujer que murió antes de cumplir los 30, y cuya evocación, Flor del Río Grande, sigue auspiciando rebeldías ante las injusticias... cometidas contra cualquier ser humano en cualquier lugar del mundo.
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