Dépor, Sporting, Racing, grandes, ya
Reclamo el derecho a que Deportivo, Sporting y Racing sean tratados en justa igualdad que el Madrid o Barça y puedan ganar campeonatos. Separados no podemos, juntos sí. Creo en la buena estela de gallegos, astures y cántabros. Existen figuras jurídicas simples para elaborar un acuerdo escrito en el que los tres clubes se comprometan a disfrutar, un club por temporada y por compra común, de cuatro jugadores con la más contrastada categoría: un máximo goleador, un buenísimo portero, un gran defensa y un incomparable centrocampista. Es decir, que a cada equipo sólo le corresponderá sostener económicamente a poco más de un jugador de esos cuatro óptimos (4:301,3). Hasta ahora los clubes modestos suelen mantener, como mínimo, a un jugador extra, con buen resultado si fue competente quien lo seleccionó. El esfuerzo económico, pues, no será superior al actual, aun sin ver las grandes rentabilidades que voy a enumerar.
En cada estadio de nuestros tres clubes secifra una media actual redondeada de 20.000 espectadores. La suma (60.000 espectadores) puede equipararse a la media actual del Camp Nou, durante muchos años el mayor estadio de Europa. Por masa social, pues, el presupuesto de los tres clubes, sumado, podrá equipararse al del Barça. Hay diez ventajas económicas más para acabar de convencer hasta al más escépico y poner manos a la obra: 1. Si alguno de esos cuatro jugadores (un Canales, un Villa, por ejemplo) pertenece a uno de esos tres equipos será fichado también por los otros dos. Nuestras inigualables canteras generarán más riqueza, incluso disfrutándolas. 2. Canteras que, contrariamente a como hasta ahora, quedarán blindadas. Nuestros jugadores, teniendo en su región equipo grande, no se irán. 3. Y los ue más destaquen volverán a una vecina tras dos años. 4. Quedan blindadas también las permanencias en Primera, pues automáticamente, al inicio de la temporada en la que toca ir los cuatro cracs a uno de los clubes, éste cede a los otros dos sus cuatro titulares con más minutos jugados en cada una de las cuatro demarcaciones, intercambiándose los clubes igual número de jugadores. 5. Los organismos autónomos colaborarán económicamente para patrocinar a cada club, en indudable porfía inter regiones, por tratarse de una rentable inversión turística y de imagen, de cara no sólo a España, sino a Europa, en donde esta originalidad dará que hablar. 6. Aun elaborando presupuestos usuales puede obtenerse cada año un conjunto con calidadsimilar a uno grande. 7. Se acabará el monopolio del comercio del fútbol a nuestra costa, pues parece que no existe más que Madrid y Barcelona. Por el contrario, en vez de ver pugnar dinero contra dinero, competición en la que de antemano se saben sus campeones y sus marginados sparrings para todo (nosotros), ahora podrá intervenir el fútbol, o sea, el deporte, la competición. 8. El número de espectadores propios de cada región aumentará enormemente. 9. Autobuses subvencionados, agencias y empresas turísticas, aportarán muchos fans al equipo vecino en las jornadas que el nuestro juega por resto de España. Se podrá gozar año tras año con los indudables éxitos de nuestros vecinos y a la vez con la infinidad de sus excelentes riquezas. Ellos disfrutarán con nosotros por lo mismo: asignatura pendiente entre los hermanos más idénticos y celtas. 10. Los mayores beneficios económicos del Barça y Madrid, en otra injusta desproporción con el resto, provienen de los derechos de retransmisión (y quinielas). Al tener detrás una masa social equivalente a la de esos "abusones", cada club nuestro, en la temporada que le corresponde, ejercerá una categoría autónoma semejante, así que los ingresos independientes sumados, por este importantísimo concepto, serán incluso superiores a los de ellos.
El primer poder del mundo, el de los informadores, tiene la palabra. Nadie es profeta en su tierra, así que es posible que esta iniciativa se aplique en otro lugar diferente al nuestro. Les sugiero una prueba de 3 o 6 años. Lector: ahora que ya existe algo así apóyalo insistiendo con cartas a los medios de comunicación y a los clubes. Tampoco creo que este proyecto disguste a los potentes reporteros del Madrid o Barcelona, pues errarían si no ieran lo positivo de una competición con competidores.
Luis Ángel Montes de Neira Monte
Santander
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