Sobre la organización sindical española
Con frecuencia se hacen comparaciones, con sentido peyoritario, entre los llamados "sindicatos verticales" y los actuales sindicatos de clase.
Con la intención de que quede clara la esencial diferencia entre ambos, damos un brevísimo resumen de los principios de la organización sindical anterior.
1.- Unidad sindical. La organización sindical era una institución básica, fundamental, de la comunidad política nacional.
Solamente existía una organización sindical.
Esta organización estaba integrada pro 27 sindicatos de rama o de servicio, que eran: actividades diversas, actividades sanitarias; agua, gas y electricidad: alimentación, azúcar, banca, bolsa y ahorro; cereales, combustible, enseñanza, espectáculo; frutos y productos hortícolas; ganadería; hostelería y actividades turísticas; industrias químicas; madera y chorcho; Marina Mercante; metal ; olivo; piel; prensa, radio, televisión y publicidad; textil; transportes y comunicaciones; vid, cerveza y bebidas; vidrio y cerámica y la Hermandad Nacional de Labradores y ganaderos.
2.- Generalidad. En cada sindicato estaban integrados todos los empresarios y trabajadores de la respectiva rama.
Es decir, que se pertenecía a un sindicato por el hecho de ser empresario o ser trabajador.
La afiliación no era, por tanto, voluntaria, individual, ideológica, sino estrictamente profesional.
No existía la expulsión de un sindicato. La baja se producía solamente por el cese en la actividad laboral.
En cada sindicato había dos secciones: la económica; a la que pertenecían los empresarios, y la social, a la que pertenecía los trabajadores.
3.- Representatividad. Todos los cargos, tanto en cada sindicato como en cada sección, eran electivos y no había exclusiones para ser elegido por razones ideológicas.
La elección se iniciaba, generalmente, para los trabajadores con los llamados "Enlaces sindicales" y continuaba con la de los vocales y presidentes de las juntas sociales. De forma similar se elegía al os representantes de los empresarios.
En cada sindicato había una junta que tenía el mismo número de vocales sociales y económicos y el presidente debía obtener 3/4 de los votos. Para asegurar la imparcialidad, solía ser persona ajena al sindicato.
Tanto a nivel provincial como nacional, existían los consejos de empresarios y de trabajadores, para los problemas generales de respectivos.
A nivel nacional existía el congreso sindical del que formaban parte los consejos nacionales de trabajadores y de empresario, junto a otras representaciones sindicales.
4.- Autonomía sindical. La organización sindical tenía autonomía institucional y personalidad jurídica y era independiente del Estado y del Movimiento.
Tenía su propio presupuesto, procedente de las cuotas de sus miembros. Esta cuota era del 1,80 por ciento del salario del trabajador y éste abonaba el 0,30 por ciento y la empresa el 1,50 por ciento.
El congreso nacional era el órgano superior de gobierno de la organización sindical a él le correspondía la aprobación y liquidación del presupuesto, así como las grandes decisiones.
La organización contaba para el gobierno diario de la misma con un comité ejecutivo.
La organización sindical contaba con su propio cuerpo de funcionarios.
5.- Para la coordinación de los diversos intereses sindicales, la relación con el gobierno y la gestión de los servicios sindicales, la organización sindical contaba con la línea de coordinación, que estaba integrada por el ministro de Relaciones Sindicales, que presidía los órganos superiores de la organización y era el encargado de elevar al Gobierno los problemas y aspiraciones sindicales y traer a la organización sindical la posición del gobierno.
En los ámbitos provincial y local esta línea estaba representada por los delegados provinciales y locales.
6.- Funciones sindicales. A través de la organización sindical se realizaba una función política, sirviendo de cauce para la designación de un tercio de los concejales de los ayuntamientos, una representación similar en las diputaciones y 150 procuradores en Cortes.
Igualmente realizaba una función social para las aspiraciones de los trabajadores y una función económica sobre los problemas empresariales y una función asistencial para atender los problemas de vivienda, formación profesional, deporte, descanso, etcétera.
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