Medias de seda

La primera originalidad del compositor americano Cole Porter (1891-1964) es su nombre, ya que el apellido de su madre, Cole, antecede al del padre. Cole Porter se diferencia de sus colegas de Broadway en que sus inicios son ajenos a Broadway, estudiando para letrado en Yale y Harvard, pasándose a su Escuela de Música y emigrando a París para estudiar contrapunto, orquestación y armonía; se casó con la rica divorciada Linda, ocho años mayor que él, muy bien relacionada en la ciudad, y casi tan rica como Cole, que lo era por herencia, y esta es otra diferencia con el resto del “grupo de los seis” (Kern, Gershwin, Berlin, Youmans y Rodgers) que medraron con su carrera musical, y el que más, Jerome David Kern, además de con sus negocios. También en París se impregnó de su vida musical, origen de varias de sus comedias musicales. Otra diferencia, esta vez infausta, fue un grave accidente que le partió las piernas en 1937, y le llevó a continuados dolores y múltiples intervenciones, lo que no frenó su excelente producción musical, pues buena parte de lo mejor de su obra vino después.

El progreso de Porter, como compositor, fue lento y sobre todo se hizo notar a partir de los años 30, ya en su cuarentena. Dada su calidad no sólo como compositor, sino también como letrista, pianista y vocalista, en sus años jóvenes se centró en sencillas canciones. Pero adelantemos que sus mayores éxitos en la pantalla “Medias de seda” (Silk stockings) y “Alta Sociedad” (High Society) llegaron en los años 50.

Una especie de luces de Broadway nacen con “Paris” (1928), con la bonita música de “¡Portémonos mal” y de “Enamorémonos”. “La alegre divorciada” (es decir, su esposa Linda), de 1934, incluye la popular música “Night and Day”, interpretada por Fred Astaire (con la colaboración de su hermana Adele, poco antes de que llegara Ginger Rogers, como pareja), que años después daría título a una película. En 1934 hay un proyecto de filme, que da lugar al musical “La cantina de Hollywood”, con su alegre canción “No me encierres” (“Dont fence me in”). En 1935 llega “Jubilee”, que incluía “Una de esas cosas”, y “Volver a empezar”, (“Beguin the Beguine”) la más popular melodía de Porter, junto a “Night and Day”. Del musical “Anything goes” (Todo vale), en 1936 sale la película y canción homónimas, además de “Tú eres lo más” y “A lo largo de la noche”.

De la música de Porter llevada al cine destacan “Can Can” (1960), con las canciones “I love Paris” y “C’est Magnifique” por Frank Sinatra, Sirley McLaine y Maurice Chevalier. La película sobre la vida de Cole Porter y su música fue “Night and Day”, de 1946, encarnado en Cary Grant, y con canciones por Fred Astaire y Jane Wyman, empezando por “Night and Day, you are the one” (“Noche y Día, tú eres la única”). “Broadway Melody” (versión 1940) con Eleanor Powell (la reina del claqué), y Fred Astaire, con la canción “Te tengo bajo mi piel” (I’ve got you under my skin). “Kiss me Kate” en 1953, con “Tan enamorado”, “Les girls” (1957) con “Esto es el amor”, y sobre todo “Medias de seda” (“Silk stockings”) –titulada en España “La bella de Moscú”, de 1957– con una bellísima introducción a cargo de la orquesta de la Metro, y con números tales como “Demasiado malo”, “París ama a los amantes”, “Es una reacción química”, “Sonido estereofónico”, “Toda tú” y “Destinados a entendernos” (Fated to be Mated), interpretada y bailada por Fred Astaire, Cyd Charisse y los tres comisarios rusos al mando de Peter Lorry. La escultural figura de la “rusa” Charisse compensó su falta de voz para las canciones (bien suplida por la de Carole Richard), don los simpáticos diálogos con Astaire, de perfecta dicción, –lo que en Astaire era naturaleza– sobre qué es el amor, ¡que si una reacción electroquímica! ¡que si, simplemente, una atracción física!, con sus bailes con Fred, y con sus vistosos juegos y acrobacias en la barra para “strippers”. Las medias de seda y la buena vida de París también contribuyeron a que Fred y Cyd se entendieran, y a la conversión al capitalismo de la comunista Cyd. La estupenda película y su cinta sonora, en que se aúnan sensibilidad y humor, que sigue con el número “Siberia” y acaba con el vibrante “The Ritz Rock’n Roll” –es una alegre réplica de la “Ninotchka”, de 1939, con Greta Garbo y Melvyn Douglas.

También en la cumbre del cine con música, de Cole Porter, (¡Qué dulce “party”!, ¿quién quiere ser millonario?, Te amo Samanta, Verdadero amor, y ¡Tú eres sensacional!), fue “Alta Sociedad”, de 1957 (un romántico “remake” de “Historias de Filadelfia”, de 1940, con Katharine Hepburn y Cary Grant) interpretada, cantada y bailada por el famoso cuarteto formado por las parejas Bing Crosby-Grace Kelly y Frank Sinatra-Celeste Holm. Fue la última película de Grace, antes de emigrar al Principado de Mónaco, y cambiar de pareja de baile.

José María Izquierdo Ruiz