El cheque sin fondos del cuatripartito de Llanes

Estoy orgulloso de poder dirigirme a ustedes hoy. Hace cuatro años, un nuevo gobierno, cuya sombra simbólica nos cobija, firmó la proclamación de ventanas y puertas abiertas en el Ayuntamiento de Llanes. Ayuntamiento de todos los vecinos sin ideología política.

Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para miles de vecinos. El cuatripartito llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche de sufrimiento. Pero cuatro años después debemos enfrentar el hecho trágico de que los vecinos aún no somos respetados.

Cuatro años después la vida de muchos de los vecinos de Llanes es todavía minada por los grilletes de la discriminación y el sectarismo.

Cuatro años después de la llegada del nuevo gobierno, muchos vecinos viven en una isla de contaminación y estrés en medio de un mar de tranquilidad y paz para otros más afines al nuevo orden.

Cuatro años después, los pajaritos todavía languidecen en los rincones de La Talá entre caravanas, macroconciertos, ocle y basura, exiliados en su propio espacio natural, condenados al exterminio.

Y así vengo con la intención de denunciar una situación extrema.

En cierto sentido, llego a las páginas de este periódico para cobrar un cheque. Cuando los promotores del nuevo gobierno escribieron las magníficas palabras del pacto de gobernabilidad firmaban un promisorio acuerdo del que todo llanisco sería heredero. Ese acuerdo era una promesa de que todos los habitantes de Llanes tendrían derecho a ser escuchados y a participar de forma directa en la vida política del municipio; de que se velaría por la protección de los terrenos de La Talá al ser un suelo de especial protección de aves; de que se cumpliría la ley con objetividad e imparcialidad, como no puede ser de otra manera; de que se bajaría el IBI; de que se realizarían unos presupuestos participativos que redundarían en beneficio de los vecinos; de que se reducirían los salarios de los cargos públicos y el número de liberaciones a fin de promover una gestión basada en la austeridad y de que se trataría, en definitiva, de crear un lugar perfecto para vivir felizmente.

Es obvio hoy que el gobierno ha fallado en sus promesas en lo que respecta a sus vecinos y muy en especial a la fauna silvestre y pajaritos de La Talá. En vez de honrar su promesa, el cuatripartito dio a sus vecinos un cheque sin fondos. Pero los vecinos nos resistimos a creer que el banco de la justicia esté quebrado. Nos resistimos a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en este municipio. Por eso he venido a este periódico hoy a cobrar, simbólicamente, ese cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad de opinión, del respeto y de la seguridad de la justicia.

Aún están a tiempo, señores políticos. 2019 no es un fin, sino un principio, el comienzo de un mandato en el que pueden enderezar el rumbo de un barco que amenaza con hundirse antes de salir del puerto.

Aquellos, más afines al nuevo régimen, que piensan que Antonio solo necesita evacuar su frustración y que ahora permanecerá contento tendrán un duro despertar si el cuatripartito continúa en la rutina del pasado mandato. Así lo verán cuando comprueben, en carne propia, que quien cría cuervos acaba perdiendo los ojos.

No habrá ni descanso ni tranquilidad en Llanes hasta que los vecinos tengan garantizados el cumplimiento de sus promesas, señor alcalde. Los remolinos del descontento continuarán sacudiendo los cimientos de nuestro concejo hasta que emerja el esplendoroso día del respeto a los vecinos y de una gestión administrativa acorde a las retribuciones de sus gobernantes.

Hay quien puede preguntar cuándo estaré contento.

Nunca estaré contento mientras ustedes sigan parapetados en su atalaya incumpliendo vergonzosa e impunemente sus promesas.

Nunca estaré satisfecho mientras ustedes sigan anteponiendo su interés personal al interés general. No estaré satisfecho mientras continúen realizando macroconciertos en un lugar de especial protección de fauna de nuestros amigos las aves y la asociación AVALL, antes defensora de la legalidad, no vea hoy inconveniente.

No estaré contento mientras sigan sin permitir a un empresario poner un camping cuando su opción municipal no es otra que la de permitir que las caravanas incumplan reiteradamente la ordenanza municipal, acampando en todas las partes menos donde deben: San Martín, Palombina, aparcamiento de Porrúa, el mirador de Los Carriles, el área recreativa de Los Carriles.

No estaré satisfecho mientras nuestros políticos sigan engañándonos a la cara con total desfachatez cuando dicen que no hay deuda y aún pende una indemnización millonaria por el derribo del Kaype, como una espada de Damocles.

Nunca estaré satisfecho mientras nuestros hijos no tengan oportunidades laborales más allá de trabajar a 6 euros la hora los dos meses de verano y tengan que decidir entre quedarse y empobrecerse o emigrar y desarraigarse.

No, no estoy satisfecho, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia nos caiga como una catarata y el bien como un torrente.

No olvido que muchos de ustedes que me leen ahora están o han pasado por grandes pruebas y tribulaciones. Algunos de ustedes acaban de salir del trabajo después de trabajar 12 horas con un incumplimiento claro del convenio y la complicidad de políticos y sindicatos. Algunos de ustedes han sido perseguidos por el cuatripartito, golpeados moralmente o han sido despedidos de su trabajo por no transigir con su tiranía. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen su trabajo con la fe de que el sufrimiento sin recompensa asegura la redención. Pero no olviden que la sabiduría es la puerta del cambio. No lo olviden la próxima vez que acudan a las urnas.

Antonio Poo Haces

Celorio (Llanes)