Esa droga política
En la política se juegan todas las cartas, sobre todo las marcadas. En ella, pues, abundan los tahúres, los que se valen de toda clase de argucias y marrullerías para ganar la partida. Una partida que, en este caso, se llama crisis económica. Los tahúres, aquí, se las saben todas. Trampean y engañan con descaro y desvergüenza, como si la ciudadanía, verdadera sufridora de la crisis, fuera tonta o se chupara el dedo.
Y sus excelencias y señorías, en esta fraudulenta y falaz partida -salvo excepciones, claro-, se valen de toda clase de artimañas para desviar la atención de las gentes, adormecerlas, drogarlas políticamente, para que olviden la tragedia económica que se está padeciendo, sobre todo cuantos han perdido su trabajo o su humilde negocio. Y así vemos, diariamente, toda clase de actividades deportivas, particularmente futboleras. Esto, por un lado, por el otro venga sensacionalismo y escándalos como el caso Gürtel, por ejemplo; el del Faisal, un chivatazo que peude costar altas cabezas; el procedimiento contra el juez estrella, Garzón, que puede resultar estrellado; lo del aborto libre y todo cuanto está gestando la iluminada ministra de Igualdad, como el mapa ése de enervación y excitación sexual en clítoris, que es tanto como estimular a los menores a un folloneo irracional. Nada, que a este paso la educación y formación del sujeto será fundamentalmente del ombligo para abajo. Vamos, que el seso estará ahora en el sexo.
Y por si esto fuera poco, la Bibi Aído nos sale ahora con prohibir, por considerarlos machistas, los cuentos de "Blancanieves", "La Cenicienta" y "La Bella Durmiente del Bosque". Lo que nos faltaba: prohibir unos cuentos que fueron siempre un deleite de unos niños que, en generaciones anteriores, además de esos relatos, recibieron una verdadera educación, la que está haciendo tanta falta hoy, como tantas otras cosas que formaban al hombre de verdad, digna y responsablemente.
Crisis, juego sucio, tahúres, deportes y otras zarandajas, políticos mamandurrieros y venga cortinas de humo para que el ciudadano, el sufrido currante, drogado así políticamente, se olvide de que todo se va al carajo en este escoñado país, culo de Europa y tan desperrado como Grecia. ¿Y vamos a dar al país helénico las perras que no tenemos? Todo depende del generoso ZP, el cual, por fardar como presidente de la CEE, es capaz de dejarnos hasta sin camisa.
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