Ambigüedad y queda bien con el independentismo
Siento decirlo, ya que son periodistas de gran prestigio ¡hasta ahora! hablo incluso de directores de periódicos digitales, la competencia es tan tremenda que invaden las redes todos ellos en busca de clientes, para ello no dudan en desprestigiarse a sí mismos entrando de lleno en una batalla campal en la red apoyando una especie de ambigüedad nada saludable en un intento de ese “queda bien” despreciable en todo profesional del periodismo.
Presiento que pierdo algo mío (no daré nombres para no dañar aún más mis sentimientos), algunos de ellos formaban parte de mi dietario informativo, eran: palabra, seriedad y opinión con rigor y valentía. Muchos me han defraudado enormemente.
Cataluña tiene 7,6 millones de habitantes, para esos periódicos son miles de lectores que perderían si se deslizaran un milímetro a la hora de valorar esta sentencia del “procés”; por eso tratan de balancearse en una cuerda muy fina cargada de ambigüedad. Como es tan fina, es imposible mantenerse sobre ella todo el tiempo y caen siempre del lado del desprestigio personal.
No solo entre periodistas, también antiguos jueces y profesores de Derecho Constitucional que, en un alarde de corporativismo cobarde sin más fundamento que ir entresacando pequeños deslices a la sentencia, hacen de su verdad un enredo aún mayor a la causa (ya de por sí cargada de atrofia colectiva) animando y alentando a los independentistas a seguir en su lucha contra el Estado y contra las normas que entre todos nos pusimos.
No entiendo eso de diálogo real con quien quiere solo dialogar de: solo lo mío, cuando nada de lo que exige es de él. No entiendo eso de que no hubo violencia, es que incluso estaban avisados por el Constitucional, por los letrados del Parlamento, por todos, que lo que pretendían era ilegal y delictivo. Vimos policías apedreados, vimos comisarías asediadas con insultos, escupitajos, pedradas y toda una serie de inmundicia de masa enaltecida contra todo lo que no respirara independencia. Vimos coches destrozados de la Policía, donde se subían a alentar a la masa a seguir incumpliendo las órdenes judiciales. Una funcionaria salió por la azotea de la Consejería de Economía tras el registro judicial, pasando mucho miedo, según relató... Cuestionar que hubo violencia es de torpes, cuando menos. ¿Qué es eso de que no es justicia, que es venganza? Lo mismo ocurre cuando apelan a que un problema político no lo resuelve la justicia. Quien comparece ante los jueces es porque cometió delito, el delito no lo juzga en un Estado de derecho ningún político.
¿Quiénes son los independentistas para pretender apropiarse de un trozo de terreno (con empresas y familias dentro) que pertenece a todos los españoles? ¿A ustedes quién les dio la escritura, dónde compraron semejante parcela con mar y aire incluido? Por lo tanto, son unos ladrones, y a quienes así actúan solo les queda la justicia, nada de venganza. ¿Qué me dicen de Guardiola? Lo ignoro. ¿Por qué no se queda allí donde está si España les trata tan mal?
Solo me queda pedir a Pablo Iglesias “un poco de por favor” si quiere que los desilusionados con Pedro Sánchez, que son millones, puedan estar tranquilos depositando el voto a su formación. Me explico: Gerardo Pisarello en un debate, las declaraciones de todos vosotros sobre la sentencia del “procés” dejaron un regusto de huida del voto. No se puede con tanta ambigüedad, con tanto quedar bien. Señor Iglesias, ustedes o cambian el discurso independentista y ese lenguaje excluyente o no crecerán jamás. Están en su derecho de seguir anclados en sus sueños minúsculos, sin abrirse a otras mentalidades, así hizo IU toda la vida, solo serán un partido residual y muleta de otros.
Señor Iglesias, el buenismo con los que se saltan la ley no surte efecto jamás.
Un saludo.
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