Visita al castro de Coaña
En la breve visita al castro de Coaña, hago estas sugerencias dirigidas a la o el jefe de Patrimonio Histórico, al jefe de Arqueología Territorial de la Cuenca del Navia, al arqueólogo responsable de Asturias, a los guardas guías del castro de Coaña, que hay una dotación de tres para recibir las visitas e información y turismo, al Ayuntamiento de Coaña y al señor alcalde como organismo competente de Patrimonio Histórico.
En mi visita realizada al complejo histórico del que está dotado el castro de Coaña, al cual califico como “joya de la corona”, he disfrutado una vez más plenamente de pisar las ruinas del poblado y agradezco a los dos guardas guías Aurora y Roberto su desmedida información; muchas gracias una vez más.
La visita programada por el grupo de talla de madera de Boal fue en opinión general muy interesante y levantó pasiones en el grupo de diez personas que lo visitamos.
La sugerencia a los cargos por “oposición correspondiente” y a “los políticos de turno” es la siguiente:
Ya que estoy jubilado y fui vigilante del castro de Coaña durante unos años, como privilegio sugiero que hagan fijos a los tres guardas guías, de los que tiene dotados la administración del castro de Coaña, y que a su vez doten al castro de Coaña de un vigilante de Patrimonio Histórico con su debida “oposición reglamentaria”; para esto la Administración competente debe crear esta plaza ya que de momento no existe, pues no está catalogada como tal.
Sugiero que, mientras esto ocurre, el Ayuntamiento de Coaña dote de una persona a sueldo para que limpie las áreas de visita del castro, aula didáctica, acceso al castro, así como el área de poblado que está permitida para las visitas por libre como para las guiadas por los guardas.
En mi humilde opinión, están de “pena”, pues carecen de la limpieza necesaria para las visitas (segar la hierba, poda de árboles, así como la consolidación de los muros de las ruinas, alcantarillados y restos arqueológicos, molinos de mano romanos, piedras de cazoletas que van de una a cuatro (huecos o cazoletas), y que reintegren al castro la que se llevó para Pola de Allande (seis cazoletas).
Que se abra al público la privilegiada zona de termas, así como la zona de la acrópolis, descrita en el folleto que se proporciona en la visita.
Una vez más, gracias a todos por el esfuerzo realizado por conservar el castro de Coaña.
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