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¿Crisis subprime o institucional?

30 de Abril del 2010 - Florentino Fernández Ruiz (Mieres)

Esta crisis en principio parecía haber sido originada en EEUU por las hipotecas subprime. Pronto se nos dijo que España no estaba afectada por estos productos, que aquí en España el problema estaba en el sector de la construcción. Que este sector estaba sobredimensionado ya que los bancos habían prestado demasiados millones de euros a los grandes promotores que construían mini ciudades y de paso hipotecaban a los jóvenes para cuarenta años.

Veníamos de la cultura del pelotazo que había iniciado Mario Conde en los inicios de la transición y que había despertado expectativas de que en este país todos íbamos a ser ricos a base de especular y de endeudamiento sin preguntarse nadie quien iba a pagar la cuenta cuando los bancos decidieran que la cosecha estaba a punto para recoger.

Hoy, mas de treinta años después periódicos, radios, televisión todos vuelven a resucitar la transición, aquellos años en que uno no acaba de saber si fue protagonista de algo importante o todo fue una trama realizada por las elites que hacían la política y el pueblo fue un mero comparsa. Después de mas de treinta años estamos en un punto en que derecha e izquierda nos vuelven a reeditar otra versión más de las tan traídas y llevadas dos Españas.

Después de haber vivido aquellos años he de confesar que no he sentido nada especial por haber participado en aquella tramoya en la que todo se desarrolló en torno a los pactos diseñados por el fundador del Movimiento que lo había dejado atado y bien atado. Pactos de personajes oscuros que habían tenido importantes responsabilidades durante la guerra civil tanto por parte de la izquierda como de la derecha y que pactaron el silencio y el olvido sobre todos los que habían caído de una forma honesta y leal defendiendo la legalidad de la II Republica.

La historia de España plagada de insurrecciones se caracteriza por la debilidad y la falta de gobiernos leales, firmes y honestos.

El 14 abril de 1932 las urnas establecen la II Republica. Los trabajadores influyen de manera determinante en su advenimiento debido a la imperiosa necesidad de cambiar un país sumido en la corrupción y la miseria. Si bien la II Republica superaba en mucho a la anterior por su carácter social y democrático no llegaba a cubrir las necesidades y reivindicaciones que el pueblo trabajador exigía.

Una vez utilizado el pueblo para su consolidación a través de las urnas los gobiernos burgueses maltrataron al pueblo de manera parecida a como lo había hecho la Monarquía descargando represiones brutales sobre el pueblo sin llegar a desarticular los focos reaccionarios que bajo la Republica siguieron manteniendo un influencia similar a la que disfrutaban con la Monarquía.

Los gobiernos burgueses de la II Republica siempre temieron más la insurrección de los trabajadores en armas que la sublevación de los ejércitos aun cuando el triunfo de los militares supusiera la desaparición de las instituciones democráticas.

No hay mas que ver la tibieza con que se trató la sublevación del alzamiento nacional que en sus inicios se hubiera podido ahogar fácilmente y nos hubiera ahorrado el más profundo agujero negro de nuestra historia como lo fue el franquismo. Sin embargo la vara de medir fue muy distinta al descargar la represión sobre la revolución obrera del 34 originada por la pasividad y la falta de carácter y firmeza del gobierno para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.

Todo esto no quiere decir que el modelo de Estado de la Republica no fuera el modelo correcto, sino que los gobiernos burgueses no supieron defenderla de los focos reaccionarios, dando paso a que se gestara un malestar generalizado que termino con el avasallamiento de la legalidad democrática por parte del dictador.

Hoy después de más de treinta años vuelven aparecer los espectros de aquel pasado como Falange y otros intentando sentar en el banquillo a los jueces que intentan contar y enseñar la historia de este país que a través de la historia mal contada no acierta a saber que papel tiene en el mundo.

Uno se pregunta ingenuamente que se ha hecho en más de treinta años de democracia si seguimos sin ordenar la historia y sin saber si las autonomías son una comunidad racial o tribal, si son un conglomerado accidental de hombres o son naciones.

Hace poco tiempo España iba bien era el slogan de la derecha, hace menos España estaba a punto de lograr el pleno empleo y superar a Francia lo decía la izquierda, y en un abrir y cerrar de ojos estamos en los últimos vagones del tren europeo.

Es posible que ese análisis de la realidad que nos definen los políticos le faltara aclarar que el panorama que dibujan en sus análisis no afecta al pueblo, sino a ciertas clases incluyendo la política.

La realidad presente es un paro de 4,5 millones de parados, con una tasa de paro en los jóvenes cercana al 40%.

Si no tenemos mecanismos para atajar la corrupción generalizada y que los que llevan el dinero lo repongan como premisa indispensable. Si lo que tenemos delante de las narices que es el presente no nos preocupa y lo que tratamos de resolver es lo que hemos dejado pudrirse durante mas de treinta años algo esta fallando gravemente en esta sociedad.

Esperemos que por una vez Europa nos sirva de algo y no llegue a producirse la catástrofe que de algunos paralelismos se puede intuir, mientras el pueblo sigue sin opinar y esperando que los políticos les digan que si todo no va lo bien que debiera, es porque ha ido a mejor.

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