Cabalgata de ruidos
Soy una componente de la Banda de Música de Avilés y quiero expresar mi malestar, compartido por otros compañeros/as de esta formación, por el trato recibido durante la cabalgata de Reyes en Avilés el pasado 5 de enero. Por inclemencias del tiempo, los músicos de la banda nos incoporamos a la cabalgata cuando ésta ya había iniciado su recorrido, pues hasta no estar seguros de que había dejado de llover, no podíamos arriesgarnos a salir, teniendo en cuenta que trabajamos con instrumentos musicales, muy sensibles a los cambios de temperatura e imposibles de utilizar bajo la lluvia, además de poseer un gran valor económico como para utilizarlos en situaciones de riesgo como la que representa tocar mientras llueve. Nos incorporamos a la cabalgata con ella iniciada como comentaba, momento en el cual se nos dijo que teníamos que ir detrás de todos los pajes y banda de tambores del Rey Baltasar, cerrando el desfile justo delante del camión escoba, el de los bomberos. Normalmente siempre es ésa nuestra posición, cerrando el desfile, por lo que no nos sorprendió la colocación. La sorpresa llegó al momento cuando nos dispusimos a tocar una de las piezas con las que pretendíamos amenizar el desfile, y nos dimos cuenta de que era imposible que nuestra música pudiera oírse ya que teníamos a los tambores que iban delante tocando con todas sus fuerzas y detrás el camión de bomberos con la sirena pitando minuto sí, minuto también; entonces es cuando pensamos en qué clase de organización es la que nos coloca en ese lugar sabiendo que ni con 200 músicos (que por desgracia no es nuestro caso) se puede superar el ruido producido por un grupo de tambores y una sirena sonando a la vez? Desde luego de música no tienen mucha idea, y no hablemos de respeto por los músicos, porque colocarnos ahí fue poco más que para reírse de nosotros; esta sensación se agudizó más si cabe cuando le pedíamos con «miradas intimidatorias» al bombero responsable de «la sirena» que por favor nos tuviese un poco de respeto y al menos nos dejase terminar de tocar una pieza sin darle al incordiante pitidito que no había quien aguantara, y cómo teníamos que ver su cara de indiferencia y lo que es peor, su respuesta afirmativa a algún grupo de chavaletes buscando «guerra» que le pedían y le jalonaban a gritos para que les pusiese un poco de su «música celestial de sirena» (porque parece que eso sí es música, ya que le dieron más importancia a que al propia banda).
Por si esto hubiera sido poco, y tras soportar uno de los peores si no el peor desfile de Reyes que yo recuerdo como componente de la banda (y les aseguro que ya van más de 20 años), llegando al final nos retienen más de media hora en el acceso a la Plaza de España, haciéndonos esperar al discurso de los tres Reyes Magos para después supuestamente desfilar tocando una de nuestras piezas y cerrar así el desfile. Pero he aquí que otra vez se rieron de nosotros, puesto que en cuanto pisamos la plaza para desfilar frente al Ayuntamiento, por megafonía pusieron a todo volumen «otro tipo de música», que de nuevo tapó el sonido de la banda e hizo que tocásemos dos notas y, al menos yo, dejase de tocar porque era un sinsentido seguir haciéndolo. Yo no sé quién fue el que organizó la cabalgata, pero lo que sí sé es que han demostrado tener muy poco respeto por una institución como es la Banda municipal de Música de Avilés, que tantos años lleva poniendo la «banda sonora» a los acontecimientos populares de nuestra ciudad, y que a mi juicio se merece ser infinitamente mejor valorada.
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