31 minutos andando para quemar una bolsa de patatas fritas
Recientemente se ha puesto de moda el movimiento "Realfooding", creado por el dietista y nutricionista Carlos Ríos. Esta tendencia consiste en dar conocimiento y conciencia al consumidor para que pueda identificar la comida real o bien procesada frente a los ultraprocesados que vende "Matrix", cómo denomina el creador a esta industria.
Ya son miles de "realfooders" que se han sumado a este estilo de vida, pues gracias a la aplicación "MyRealFood" pueden escanear el código de barras de los productos en el supermercado para saber su clasificación y compartir sus recetas y sus estilos de vida saludables con los demás usuarios.
España ha alcanzado un crecimiento de obesidad similar al de EE UU. Es un tema tan serio que en Europa se quiere apostar por el "Nutriscore", un etiquetado nutricional para ayudar a distinguir al consumidor cuáles son los productos más saludables, aunque de momento este etiquetado no es obligatorio.
Toda esta información en manos del consumidor probablemente sea una amenaza para "Matrix". Pero, ¿qué pasaría si supiéramos cuánta actividad física hay que realizar para quemar las calorías de un ultraprocesado? Científicos de la Universidad de Loughborough, tras realizar diferentes estudios, llegaron a la conclusión de que si las etiquetas de los productos mostrasen información concreta sobre cuánto ejercicio deberían hacer los consumidores, estos serían más responsables con respecto al gasto energético que implica cada comida. Según estos investigadores británicos, este etiquetado ayudaría a que cada individuo elimine de su ingesta diaria alrededor de 200 calorías. Aunque tengo mis dudas, si este etiquetado se llevara a cabo, ¿qué pasaría con el "Realfooding"? ¿Nos permitiríamos comer más ultraprocesados? ¿Nos obsesionaríamos con el deporte para contrarrestar nuestro exceso de calorías? Lo que está claro es que necesitamos más información y conocimiento sobre los productos que encontramos en el mercado.
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